Una coproducción de presupuesto reducido
Rodar Herencia flamenca no ha costado más de un millón de euros, pero en su producción han participado Francia, Alemania y Finlandia, además de España. El documental dirigido por Michael Meert se ha estrenado ya con éxito en Alemania y en la República Checa, según el director. Los propios protagonistas del filme creen que tendrá más éxito en el extranjero que en las salas nacionales. "Es lo mismo que nos pasó a nosotros", dijo Antonio Carmona durante la presentación del documental. "Ketama no tuvo reconocimiento en España hasta que nos concedieron un premio en Londres".
Esta no es la primera película dedicada al flamenco que hace Meert. Hace diez años ya filmó un documental similar con otro de los monstruos del arte flamenco, el guitarrista Paco de Lucía, último premio Príncipe de Asturias de las Artes, cuyo título fue Light and shade. "Mi primer contacto con el flamenco se produjo cuando era un niño", explicó ayer. "Mi madre, que era guitarrista, compró un disco en Alemania en los años cincuenta en el que se explicaban los diferentes palos", añadió Meert, que está casado con una española.
Para conseguir imágenes de las actuaciones de los primeros Habichuela tuvo que bucear junto a Juan Carmona padre por diversos archivos. La mayoría salieron del de Televisión Española. "Los planos más interesantes para mí son los que encontramos de la Granada de los años 60, que dan una idea muy clara de como vivía por entonces esta gente", dijo Meert.
"Habría sido muy fácil hacer una especie de programa de música y entrevistas, pero mi objetivo era trabajar dentro del género narrativo para ver que hay detrás del mundo de las estrellas del flamenco", añadió el director. "La historia resalta la importancia del pueblo gitano en España, donde hicieron una aportación cultural muy importante". Los que la vean, dice Meert, entenderán mejor qué es el flamenco.
