Un magnate de EE UU logra con 333 millones el control del Manchester United

Malcolm Glazer, un magnate estadounidense, logró ayer el control del Manchester United al adquirir por 227,2 millones de libras (333 millones de euros) el 28,7% de las acciones, que eran propiedad de Cubic, la empresa de los empresarios irlandeses John Magnier y J. P. McManus. Glazer, que ya tenía el 27%, controla casi el 57% del Manchester United y debe ahora lanzar una oferta de compra al resto de accionistas en las mismas condiciones: tres libras por acción (4,4 euros). La operación sitúa el precio total del club en 790 millones de libras (1.160 millones de euros).

El control de Malcolm Glazer ha provocado un enorme disgusto a los seguidores del United, que ven en este multimillonario a un tiburón sin conocimientos de fútbol, que jamás ha pisado Old Trafford y que, en vez de comprar nuevos jugadores, va a subir las entradas para aumentar los beneficios y rentabilizar su inversión. El hecho de que gran parte de la operación se haga con préstamos, y no con dinero fresco, es uno de los motivos por los que el actual consejo del United se ha opuesto hasta ahora a la entrada de Glazer.

La oposición de los pequeños accionistas no va a impedir eso, pero tienen aún cierto margen para evitar que ese control sea absoluto. Glazer ha de presentar ahora una oferta formal a todos los demás accionistas. Si consigue acumular más del 75% del capital, tendrá capacidad para retirar al United de la bolsa y endosarle la deuda de la operación. Si el capital que acumula tras la oferta de compra supera la cota del 90%, podrá forzar la compra de las acciones incluso a los accionistas que no quieran vender.

Sin embargo, lo que ya nadie puede impedir es que el magnate tenga el paquete mayoritario y la gestión del club porque ha ocurrido lo que los seguidores del Manchester pensaban que no ocurriría nunca: Magnier y MacManus han vendido su paquete de acciones en una operación que se estima que les ha dado unos beneficios equivalentes a 103 millones de euros. Según una nota hecha pública por Rothschild, la compañía asesora de Glazer en esta operación, éste ha adquirido a través de la empresa Red Football Limited un total de 75,7 millones de acciones que hasta ahora eran propiedad de Cubic y que representan en torno al 28,7% del capital del United a razón de tres libras por cada acción.

Unidas a las 74,1 millones de acciones que Glazer ya poseía, ahora controla casi 150 millones de acciones, el 56,9% del capital. Se cree que Glazer adquirió también ayer las acciones que poseía el empresario escocés Harry Dobson, con lo que controlaría ya el 63% del capital.

Los pequeños accionistas agrupados en torno a Shareholders United (Accionistas Unidos), que se opone frontalmente a la entrada de Glazer, controla en torno al 17% de las acciones, lo que le permitiría impedir que el magnate superara el 90% pero difícilmente podrá impedir que logre el 75% que le da derecho a convocar la junta de accionistas y manejar el club a su antojo.

El United pasa por ser un club muy bien gestionado y precisamente por eso con poco margen para aumentar sus beneficios. De los casi 250 millones de euros que ingresó el año pasado, el 37% procedían de la venta de derechos de televisión y otros medios, el 36% por la venta de entradas y competiciones y el 27% de patrocinio y publicidad.

Glazer entró de forma semejante en 1995 en el capital del equipo de fútbol americano de los Bucaneros de Tampa Bay. Primero sacó de quicio a los hinchas al subir de manera desorbitada el precio de las entradas y luego chocó con las autoridades locales, a las que obligó a invertir millones en un nuevo estadio chantajeándoles con la amenaza de llevarse el club a otra ciudad. Pero los Bucaneros han conseguido ganar este año la Super Bowl, como se conoce a la final del campeonato.