La fortuna 584ª del planeta

Los centros comerciales a los que emigran cada fin de semana millones de estadounidenses han convertido a Malcolm Glazer en una de las mayores fortunas del planeta. La prestigiosa revista financiera Forbes coloca al magnate en el puesto 584º de su último ránking de los superricos con una riqueza estimada en 1.100 millones de dólares y en el 278º en Estados Unidos. Pero está cantidad se refiere exclusivamente a la capitalización bursátil de sus activos financieros. Su riqueza abarca más.

Malcolm Glazer, de 77 años, casado y con seis hijos, lleva estampada en su rostro la sorisa del que se siente ganador. Es la misma que lució en enero de 1995, cuando compró el equipo de fútbol americano los Bucaneros, de Tampa Bay, por 192 millones de dólares, entonces el precio más alto jamás pagado por un equipo de ese deporte. Por su apariencia física, se podría decir más bien que su pasión por el deporte la ejerce desde la butaca. Aunque con buenos resultados, porque llevó a los Bucarenos desde lo más bajo en el universo del fútbol americano hasta alzarse con la Super Bowl en 2003, tal y como prometió a los seguidores de Tampa Bay nada más adquirir el equipo. Una promesa que, inicialmente, más bien pareció una bravuconada: los Bucaneros nunca habían ganado más del 30% de los partidos de una temporada en 19 años de existencia.

El reconocido magnate, de padres inmigrantes lituanos, es el puro ejemplo del logro del sueño americano. Glazer nació en Rochester (Nueva York) en 1928 y ahora vive en la soleada y exclusiva Palm Beach (Florida). Su entrada en el mundo de los negocios fue muy prematura. Cuando apenas tenía ocho años, empezó a trabajar en la tienda de relojes de su padre. A los 15, cuando éste murió, se hizo con las riendas del negocio familiar y lo expandió comprando varios parques para instalar caravanas. Tenía 300 dólares en el bolsillo.

Ahora, cinco decenios después, preside junto a tres de sus hijos la firma First Allied Corporation, un holding que le permite controlar sus inversiones inmobiliarias, participaciones en compañías energéticas y de alimentación, en distintos sectores financieros, como el del gas natural y el petróleo, y temas de salud y medios de comunicación. Y no podía faltar su propia fundación, que desde 1999 se dedica a dar asistencia caritativa y educacional a familias necesitadas en Florida.

En 2003, Glazer lanzó una oferta por los Dodger, de Los Ángeles, pero no prosperó. También lo intento con la mítica Harley Davidson. Su ojo para el negocio le llevó a obsesionarse en 2003 con el club más prestigioso en el fúlbol inglés y uno de los más prestigiosos del mundo. El fútbol europeo o soccer, como le llaman en Estados Unidos, no es un deporte muy popular entre los norteamericanos. Pero el Manchester United es un club valorado en 1.300 millones de dólares, por encima de los 1.100 millones de los Redskins en la Liga de fútbol americano o los 832 millones de los Yankees en la de béisbol. Y la audiencia que arrastra en todo el mundo equivale a muchos ingresos anuales por publicidad y patrocinadores.