Sacar fuego a la guitarra

Maestro de guitarristas, Javier Vargas presentó ante el público madrileño su último disco, Love, union, peace, en un concierto de alrededor de dos horas y media, en el que, como es habitual en la extensa carrera de este virtuoso instrumentista, se habló de largo el añejo idioma del blues. Acompañado de una banda con la que se puede ir al fin del mundo sin miedo a fallar una nota, Vargas realizó un repertorio en el que, como es costumbre, él mismo se hurta los elementos pop para dar más relevancia a la ortodoxia expresiva de un género en el que las canciones no parecen ser casi nunca lo más importante. Sin embargo, cuando el grupo atacó temas míticos como el añejo Spoonful de Cream, en el que se lució el vocalista español, y el no menos conocido Roadhouse blues de The Doors, que sirvió para cerrar la actuación antes de los bises, el resultado fue mucho más interesante.

También hay que reseñar la presencia del vocalista Devon Allman, hijo del teclista y vocalista Gregg Allman, que parece haber heredado el sentimiento y la profundidad soul que anida en la voz de su padre. Por cierto, este Devon es el niño que aparece en la portada del disco Brothers & sisters, de Allman Brothers Band, con lo que, junto con el que sale en las portadas de los primeros discos de U2, quizá sea uno de los niños más mirados de la historia del rock. Curiosidades aparte, Vargas hizo disfrutar a conciencia a una audiencia entregada a su personal modo de sacarle todo el fuego a la guitarra eléctrica.