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Reportaje:

Rasgando las cuerdas de la memoria

Jacques Stroumsa, primer violinista de orquesta en el campo de Auschwitz, abre en Girona un ciclo sobre el exterminio nazi

Jacques Stroumsa, conocido como "el violinista de Auschwitz", cree que Primo Levi, superviviente como él de los campos de exterminio nazis, acabó suicidándose porque quedó atrapado en el horror que describió en sus libros. Stroumsa, de 92 años, se ha consagrado a explicar sin desmayo ese horror por todo el mundo aferrándose a la misma tabla de salvación desde hace 60 años: su violín. "Este instrumento me ofreció la fuerza para esperar, fue una liberación psicológica que me dio confianza cuando todos eran pesimistas", explica el longevo superviviente. Fue el primer violín de la orquesta organizada en el campo y, todavía ahora, aprovecha cualquier oportunidad para arrancar melancólicas melodías a su instrumento.

Stroumsa inauguró ayer el ciclo Memoria de Auschwitz, organizado por la Caixa de Girona y la Cátedra Maria Àngels Anglada. Mariàngela Vilallonga, catedrática de Filología Latina de la Universidad de Girona, explicó que la escritora figuerense, autora de El violí d'Auschwitz, vivió con Stroumsa una "maravillosa casualidad", puesto que tras escribir el libro "uno de sus personajes se le hizo de carne y hueso". Stroumsa conoció a Anglada de 1998 y se hicieron amigos de inmediato. "Me invitó a su casa, tocamos piezas musicales juntos [Anglada al piano] e incluso llegó a escribir una novela sobre mi hermana", explicó ayer.

El violinista mantiene que "entender Auschwitz es muy difícil". Tampoco le fue fácil empezar a explicarlo. "Cuando llegué a París tras la liberación me aconsejaron: 'Jacques, estudia, trabaja, haz lo que quieras, pero no hables", reconoce. Stroumsa asegura que no le dejaron hablar hasta hace 30 años. "El mundo no quería conocer el drama de Auschwitz". Cuando se le pregunta si los homenajes y los reconocimientos llegan tarde, responde, en el castellano que mantuvieron los judíos sefarditas de Salónica: "Mejor tarde que nunca". El violinista griego sostiene que es un "fenómeno único que un pueblo educado y fuerte en todas las manifestaciones del alma humana, como el alemán, pudiera unirse a un hombre como Hitler". No obstante, el violinista de Auschwitz aclara que no alberga resentimiento. "La primera vez que toqué en el campo, un SS me puso unos cigarrillos en el bolsillo. En todos los pueblos hay buena gente". Stroumsa pasó 10 años dando conferencias a jóvenes alemanes y fue condecorado por el Gobierno del país, que le agradeció que recuperara el pasado "sin odio".

Strumsa, firme defensor de la recuperación de la memoria histórica, sostiene que los inmensos cementerios de Polonia donde reposan muchos judíos de los campos "son como enciclopedias en las que se puede reconstruir la historia si se sabe leer". También es un firme defensor del Estado de Israel: "Los palestinos no reciben un mal trato si no hacen daño a Israel. Los palestinos son nuestros hermanos y todos podemos vivir en armonía".

En el ciclo Memoria de Auschwitz intervendrán también Jaime Vándor, Pierre Vidal-Naquet y Carles Miralles.

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