Un error judicial obliga a aplazar un juicio sobre la peste porcina de 2001
Un error judicial obligó a suspender ayer la vista oral contra los gerentes y veterinarios privados de dos integradoras de ganado porcino acusados de propagar la peste porcina clásica en Lleida en la primavera de 2001. Los 19 focos que se declararon en la provincia obligaron a sacrificar más de 80.000 cerdos y las administraciones tuvieron que desembolsar 7,4 millones de euros para indemnizar a los granjeros afectados. El fiscal y las acusaciones ejercidas en nombre del Gobierno central y catalán plantearon la suspensión de la vista porque el juez del caso se olvidó de declarar la responsabilidad civil subsidiaria de las empresas para las que trabajaban los acusados, Josep G. F. y Joan Francesc M. F., gerente y veterinario de Piensos Yack, y Josep Miquel G. C. y Ramon G. C., gerente y veterinario de Piensos Gatnau. El fiscal les acusa de un presunto delito de daños por imprudencia con la agravante de contagio y pide para cada uno la pena de un año y medio de prisión, el mismo tiempo de inhabilitación profesional y una multa de 144.000 euros.
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