Con la vista puesta en el cielo
La falta de lluvias en los últimos ocho meses provoca preocupación pero no se prevén problemas de suministro
En los últimos ocho meses ha llovido en el conjunto de la Comunidad Valenciana menos de lo normal. Consideración que se deduce de la comparación con la media de lluvias del periodo 1971-2000. Un informe del Centro Meteorológico Territorial en Valencia subrayaba hace unos días que de media las precipitaciones entre el 1 de septiembre y el 30 de abril (considerado el año agrícola) han sido un 24% inferiores a lo "normal". El informe remite a 1999-2000 para encontrar de media en territorio valenciano una etapa más seca al actual. Va más allá y recurre al periodo entre 1993 y 1995 para encontrar en las comarcas del Baix Maestrat, L'Alacantí, Alt Maestrat y Plana Alta (las que tienen más déficit) un momento más seco.
El informe, en cualquier caso, también menciona que este periodo de ocho meses de poca lluvia ha estado precedido, afortunadamente por un 2003-2004 húmedo en la mayor parte de las comarcas valencianas, matiza el informe. Esta situación ha permitido que los acuíferos estén en mejores condiciones que en temporadas más largas de sequía y que los pantanos se preparen para afrontar la temporada más seca del año con menos miedo que en épocas pasadas. Pese a ello, la ausencia de lluvias significativas en muchos puntos del territorio valenciano desde hace meses ha mermado las reservas de los embalses y, así, los pantanos que gestiona la Confederación Hidrográfica del Júcar están, en conjunto, algo más de seis puntos por debajo del agua que tenían en el mismo periodo del año pasado. La situación, lejos de ser homogénea, es muy dispar.
Un estudio realizado por José Ángel Núñez, técnico del Instituto Nacional de Meteorología subraya que en la Comunidad Valenciana los periodos de sequía "ni presentan una frecuencia fija, ni su duración e intensidad es siempre la misma". El estudio recuerda que en Valencia el periodo más seco "más intenso" registrado se produjo entre 1876 y 1878 y el más húmedo entre 1883 y 1885. El informe, entre otras cuestiones, menciona que en el siglo XX se han ido sucediendo en la ciudad de Valencia periodos secos y húmedos, el último de éstos últimos en 2000. "Los últimos ocho meses en la ciudad, la precipitación registrada está muy cercana a lo que se considera normal".
Núñez también destaca la heterogeneidad del clima en la Comunidad Valenciana. A pocas decenas de kilómetros, explica el experto, puede haber (y las hay) ciudades con lluvias superiores a los mil litros por metro cuadrado al año y otras con precipitaciones menores a 300 metros cuadrados. "Los periodos secos de Alicante no tienen por qué coincidir con los de Valencia, y en escala más reducida, los periodos secos del sur no tiene por qué coincidir con los del norte", señala el informe. Situación que explicaría, por ejemplo, que en los últimos ocho meses en la comarca de El Comtat haya llovido un 47% más de lo normal mientras en la vecina L'Alacantí las precipitaciones registradas en el mismo periodo sean un 45% inferiores a las habituales.
El parte del 2 de mayo de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) muestra también esta situación. Los grandes embalses como el de Alarcón (el mayor de los que gestiona esta confederación) están por debajo de la media. Alarcón estaba a principios de esta semana al 29,55% de su capacidad, el de Contreras, el segundo con más capacidad, prácticamente al 18%. Las reservas son, por otro lado, más bajas en los tres pantanos del Bajo Júcar y muy elevadas (entre el 71% y el 89%) en los cuatro embalses del Complejo de Cortes. El embalse de Benagéber es, con el 95,85% de reservas, el más "holgado". La CHJ asegura que el abastecimiento está garantizado hasta octubre sin restricciones.
La falta de lluvias se refleja con más claridad en las existencias de los embalses de la cuenca del Segura, que el pasado cinco de mayo tenían 206,5 hectómetros cúbicos, 70 hectómetros cúbicos menos que en la misma fecha del año pasado. En principio, en cualquier caso, hace unas semanas la Confederación Hidrográfica del Segura explicó que no habrá restricciones este verano si no se consume más agua que el año pasado.
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