El borrador del plan energético reclama la línea de Bescanó alertando del "riesgo de colapso" en Girona

Como es sabido, una parte del borrador del plan de la energía ha hecho saltar chispas en el seno del Gobierno tripartito catalán. Y es que, tras las explicaciones de por qué se necesita un nuevo plan respecto del vigente, tras relatar la problemática energética en Cataluña y en todo el planeta con el año 2030 como horizonte, tras confesar la limitada capacidad de intervención que tiene la pequeña Cataluña, tras explicar la "muy ambiciosa" estrategia de eficiencia que se propone la Generalitat, con sus precisos objetivos, y tras pronunciarse en favor de las energías renovables, llega el momento de concretar qué infraestructuras energéticas son necesarias para alcanzar las metas fijadas.

La lista de líneas y subestaciones se extiende a lo largo de casi seis folios. Pero el cortocircuito se produce en Bescanó (Selva).

La tan traída y llevada línea de alta tensión transpirenaica es defendida con todo tipo de argumentos por el borrador del plan, en línea con las tesis del Ministerio de Industria, del Departamento de Trabajo e Industria catalán y de Red Eléctrica Española (REE, gestor técnico del sistema). Todos ellos consideran imprescindible la línea para incrementar la capacidad de interconexión de España, eterna isla energética, con el resto de Europa, contra el criterio de ICV, partido integrante del Gobierno catalán, que reclama soluciones alternativas menos perjudiciales para el medio ambiente.

"Necesidad urgente"

El documento habla de "necesidad urgente" de un doble circuito a 400.000 voltios entre Bescanó y la localidad francesa de Baixàs siguiendo el trazado del tren de alta velocidad (AVE).

Para ello cita cinco razones. La primera, las necesidades de reforzar la seguridad y estabilidad del sistema eléctrico en el caso de que se produzcan incidencias importantes como cortocircuitos en las instalaciones o fallos en los grupos generadores.

En segundo lugar, el AVE y la alimentación que necesita. La tercera razón que se esgrime es el aumento del funcionamiento de los parques eólicos catalanes y del resto de España en horas de baja demanda peninsular. La cuarto es la perspectiva de una Cataluña y una España integradas en un futuro mercado europeo de la energía que permita importar y exportar electricidad, así como la disminución de la situación oligopolista en el mercado de generación de electricidad español.

Finalmente, la situación de alimentación de las comarcas de Girona, tanto en condiciones normales como, por descontado, si falla un gran grupo generador o las instalaciones de transporte que ahora cubren las necesidades energéticas de la zona.

El borrador del plan llega a plantear que la alimentación de las comarcas gerundenses supone "un riesgo muy elevado de colapso de tensión". Y añade que el futuro desarrollo del mercado en la zona "queda comprometido" con la configuración actual.

Los técnicos que han elaborado el plan advierten de que la situación actual, incluida la deficiente calidad del suministro, y también la necesidad de atender la demanda futura de la zona requieren de "una nueva inyección de potencia con un grado de fiabilidad suficiente". En este sentido, el plan considera que la puesta en marcha de la subestación de Bescanó debería producirse "de forma inminente", y como, de llevarse a cabo, no estaría operativa antes de 2006, reclama actuaciones que palíen la "vulnerabilidad transitoria" de la zona.