Telefónica Móviles renuncia a competir por los clientes de prepago de sus rivales

Telefónica Móviles no va a entrar en la batalla de la portabilidad, el mecanismo que permite a un abonado cambiar de compañía gratuitamente conservando el número de teléfono, y que ha desatado una guerra comercial por el robo de clientes entre operadores. El presidente de Móviles, Antonio Viana-Baptista, anunció ayer ante la junta general de accionistas que la compañía se va a centrar en los segmentos de alto valor (clientes residenciales de contrato y empresas) "sin entrar en batallas caras, y que en este momento no consideramos rentables, por la portabilidad de clientes de prepago".

Movistar, la marca del grupo, perdió durante el primer trimestre más de 201.000 clientes con la portabilidad. Sin embargo, Viana-Baptista señaló que en ese periodo se obtuvieron 100.000 altas netas de clientes de contrato, y que la cuota por ingresos supera el 54% del total del mercado, aunque la de clientes se haya visto reducida al 48,5%.

Móviles, que venderá este año más de 40 millones de terminales en todo el mundo, sigue confiando en la tercera generación. Se ha fijado como objetivo que el 40% de sus clientes tengan un terminal UMTS en 2008, "con unos precios que rebajaremos sensiblemente este mismo año".