Seat negocia un ajuste laboral en su filial de cajas de cambios

Seat está negociando la salida de alrededor de 300 empleos de su filial de cajas de cambios, Gearbox, en Barcelona. Así lo reconoció ayer el presidente de la compañía, Andreas Schleef, tras la prentación del nuevo León en el Salón del Automóvil de Barcelona. El certamen, que se inaugurará esta tarde, abrió ayer sus puertas a la prensa con otras novedades: los dos todoterrenos de Nissan, fabricados también en la capital catalana.

"Tenemos un problema: no hay demanda para esta caja. Estamos en contacto con los sindicatos para encontrar la mejor solución para los trabajadores", explicó Schleef, que eludió detallar el número de trabadores afectados. El contratiempo de Gearbox es su monocultivo. Depende de un solo producto: cambios de marchas para modelos pequeños y de gasolina, cuando la tendencia actual del mercado es la de comercializar vehículos diésel y de potencias elevadas.

Los sindicatos cuantifican el excedente en alrededor de 300 trabajadores, de una plantilla de 1.200, pero no quieren oír hablar de despidos. Se barajan varias alternativas, desde la aceptación de bajas incetivadas hasta la suspensión temporal de contratos hasta que los afectados cumplan 60 años y puedan beneficiarse de los contratos relevos (un mecanismo para rejuvenecer la plantilla).

'Retorno del Ibiza'

La posibilidad de recolocar a la plantilla excedente en la fábrica de Seat en Martorell está descartada por dos motivos. En primer lugar porque dicha planta ya está absorbiendo un excedente similar desde hace medio año. Y en segundo lugar porque la filial de Volkswagen está reduciendo su producción en 25.000 unidades por año desde 2000. "Desafortunadamente no hemos podido poner a prueba toda nuestra capacidad de flexibilidad [bolsa de horas de trabajo]. Sólo a la baja", se lamentó ayer Schleef, pese a la reciente llegada del Ibiza que se deslocalizó a Eslovaquia hace tres años y que supondrá 22.000 unidades más.

Para el nuevo León, que el presidente de Seat presentó ayer y en cuyo desarrollo se han invertido 500 millones de euros, hay "expectativas de ventas muy altas". Al menos, igualar las de la primera generación del modelo, con un volumen de 90.000 unidades anuales en todos los mercados.

Los Príncipes de Asturias inaugurarán esta tarde el salón, que abrirá sus puertas al público mañana hasta el 15 de mayo, en un contexto de ventas al alza en España. Los fabricantes muestran sus nuevos modelos con la presentación de ocho primicias mundiales y cuatro novedades europeas.

Dos de ellas fueron las de Nissan, que presentó los todoterrenos Navara y Pathfinder, fabricados en Barcelona, con una inversión de 400 millones de euros. El nuevo consejero delegado de Nissan Motor Ibérica, José Vicente de los Mozos, aprovechó para enfatizar que la empresa alcanzará en diciembre de 2006, un año antes de lo previsto, el objetivo de reducir en un 31% los costes.

Por su parte, el consejero delegado de General Motors Europa, Carl-Peter Forster, garantizó la estabilidad de la planta de Opel en Figueruelas (Zaragoza), tras el último recorte; mientras que el director general de Peugeot España, Daniel Rollet, afirmó que la filial española cumple con los niveles de rentabilidad exigidos por el grupo PSA Peugeot-Citroën.