_
_
_
_

Inmigrantes de Villaverde sufren ataques tras morir un chico a manos de un dominicano

Fuerte despliegue policial después del apedreamiento de un locutorio

F. Javier Barroso

Un locutorio propiedad de un inmigrante acabó con las lunas destrozadas tras ser apedreado por un grupo de jóvenes airados por la muerte del español Manuel G. C., de 17 años, ocurrida el pasado lunes por los navajazos que le asestó un joven dominicano. Además, dos jóvenes extranjeros fueron agredidos. Fue el balance de las horas de alta tensión vecinal registrada ayer en el barrio de Villaverde, escenario del crimen. La policía tuvo que hacer un gran despliegue en la zona para evitar que los incidentes se agravaran y extendieran.

Horas antes de estos altercados, la policía había detenido al dominicano J. A. M., de 19 años, como supuesto autor de las dos puñaladas que acabaron con la vida del muchacho tras una discusión por un asunto baladí: el uso del agua de una fuente pública.

Más información
Piden a la Fiscalía que investigue la presencia de los grupos nazis en Madrid

Ayer, los ánimos vecinales comenzaron a caldearse en el entierro del joven, realizado a la una de la tarde en el cementerio de Carabanchel. Al sepelio asistió gran cantidad de personas, en especial compañeros de clase de la víctima, que estudiaba un módulo de electricidad de formación profesional en el instituto Tierno Galván. Desde allí decidieron ir juntos por el barrio y manifestarse sobre las seis de la tarde. Y fue entonces cuando unas 400 personas se concentraron y llegaron los primeros problemas.

Sobre las siete de la tarde, un grupo de incontrolados apedreó las lunas del locutorio Paovic, situado en la calle del Sáhara. A esa hora sólo estaba dentro un empleado, que resultó ileso. "Menos mal que no había ningún cliente, porque se suelen sentar en la repisa del escaparate. Seguro que le habrían dado con las piedras", comentó Patricio, el encargado del local. "Desde entonces no han parado de insultarnos y de amenazarnos, cuando no tenemos ninguna culpa de lo que le pasó a ese chico", añadió.Una chica de raza negra, de unos 16 años, fue golpeada por varios jóvenes en plena calle de Villajoyosa. Algunos adultos tuvieron que parar la agresión y la chica pudo huir a la carrera. Mientras, en la contigua calle de Villafuerte (la misma donde fue asesinado Manuel G. C.) un joven suramericano tuvo que refugiarse en el portal del número 21. Un grupo de incontrolados intentó lincharle. Como el chaval fue más rápido que ellos, intentaron abrir la puerta de acceso al edificio rompiendo el cristal. La llegada de los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), más conocidos por antidisturbios, evitó problemas mayores. El joven sufría una pequeña brecha junto al ojo izquierdo.

Los antidisturbios se desplegaron por la zona e intentaron controlar a los 400 manifestantes. Éstos se movieron por las calles adyacentes y bajaron hasta el parque donde se inició la discusión previa al homicidio de Manuel. Durante todo el recorrido corearon gritos contra los inmigrantes: "Luego diréis que España es racista", "fuera los negros", "no a los inmigrantes". Los comentarios de la mayoría de estas personas son que los inmigrantes sean expulsados del barrio porque con su llegada han crecido la delincuencia y la inseguridad callejera.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Un joven latinoamericano que conducía un deportivo rojo fue increpado por una decena de exaltados que intentaron pegarle. La llegada de varios adultos frenó el amago, mientras otros avisaban a la policía. Los chicos salieron corriendo al ver a los antidisturbios, que no tenían ninguna intención de cargar contra los agresores. Ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos, los extranjeros que regentan algunos negocios en las calles de la concentración decidieron echar el cierre a sus negocios para evitar problemas. Los jóvenes se marcharon después a un parque de la calle de Anoeta, donde de nuevo tuvo que intervenir la policía.

El grupo ultraderechista Democracia Nacional había convocado para las diez de la noche una concentración en el lugar donde fue asesinado el menor, pero las fuertes medidas de seguridad les hicieron desistir de esa manifestación, que carecía de autorización de la Delegación del Gobierno en Madrid.

Cuatro Caminos

Estos altercados se produjeron horas después de que se conociera que los agentes del Grupo X de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía habían detenido la noche del martes a un inmigrante dominicano de 19 años, cuyo nombre corresponde a las iniciales J. A. M., como supuesto autor de las mortales puñaladas. El arrestado se había guarecido en casa de unos familiares, cerca de la glorieta de Cuatro Caminos. Según informaron fuentes policiales, la declaración de los testigos y amigos de la víctima permitió una rápida identificación del presunto criminal.

Las citadas fuentes señalaron que el joven había confesado su autoría. Según explicaron algunos amigos de Manu (como era conocido por sus allegados), éste había bajado a la calle la tarde del lunes. En su trayecto, se paró en el parque para beber agua. Entonces, un chaval de unos catorce años le mojó, tras lo cual se desencadenó una discusión. Manu, aficionado al kickboxing, le asestó un golpe (supuestamente una colleja) y se marchó.

El agredido avisó a un compatriota de mayor edad. Éste bajó a la calle y, junto con el resto de amigos, fueron en busca de Manu, que estaba con sus colegas en una pequeña plaza situada junto al número 35 de la calle de Villafuerte. Se desencadenó entonces otra pelea, pero esta vez entre Manu y el inmigrante recién llegado. Se apartaron unos seis o siete metros de sus respectivos grupos, ya que "la cosa era entre ellos". En un momento dado, y sin casi mediar palabra, el atacante, que tenía la mano metida en un bolsillo, le asestó dos puñaladas en el hemitórax izquierdo. Ambas, que eran mortales de necesidad, hicieron que Manu perdiera gran cantidad de sangre y muriera casi en el acto, según sus amigos.

Ni agresor ni atacante se conocían antes. Ninguno de ellos pertenecía a ninguna banda ni tribu urbana, según la policía, que aún no ha recuperado el arma blanca utilizada en el homicidio. El detenido, que carece de antecedentes delictivos, pasará hoy a disposición del juzgado 38, que instruye el caso. La policía sigue buscando a los acompañantes del agresor en el momento en que tuvo lugar la mortal pelea.

Un muchacho hace un gesto obsceno delante del escaparate roto de un locutorio en Villaverde.
Un muchacho hace un gesto obsceno delante del escaparate roto de un locutorio en Villaverde.CAUDIO ÁLVAREZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_