Francesca Thyssen intentará bloquear el nombramiento del sucesor de Llorens

Francesca von Habsburg-Lothringen, hija del fallecido barón Thyssen, pedirá hoy en el patronato del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid que se aplace hasta nueva fecha el nombramiento del nuevo conservador jefe del centro y que se convoque un concurso internacional restringido para elegir al sucesor de Tomàs Llorens. La hija del barón considera precipitado el nombramiento, previsto para hoy, del historiador del arte Guillermo Solana al frente del museo, aunque sin descartarlo como candidato. "No es una decisión que se pueda tomar sin evaluar diferentes opciones", afirma.

El patronato del Museo Thyssen se reunirá hoy por la tarde en Madrid y en el orden del día figura el nombramiento del nuevo conservador jefe que, en principio, estaba previsto que fuera el historiador y crítico de arte Guillermo Solana. En la reunión del órgano rector del museo del pasado 11 de marzo, durante la cual Tomàs Llorens comunicó su renuncia al cargo que había ocupado durante 14 años por motivos personales, la hija del barón ya manifestó su malestar por la precipitación con la que, a su juicio, se estaban tomando las decisiones sobre el futuro del museo y abogó para que se convocara un proceso de selección del candidato "más ponderado".

Pese a ello, la nueva convocatoria, que se ha atrasado un mes por problemas de agenda de sus miembros y a la que no asistirá la ministra de Cultura, tiene previsto aprobar el nombramiento aunque hay dudas sobre si conseguirá el quórum suficiente (se precisa una mayoría de al menos dos tercios de los 12 miembros del patronato) para aprobarlo.

"En la última reunión del patronato, Tomàs Llorens presentó su renuncia y sugirió el nombre de Solana para sustituirle, pero en ningún momento se decidió que sería el nuevo conservador jefe", explica desde Venecia Francesca Thyssen, que se hace portavoz de la opinión de los tres miembros de la familia (ella y sus hermanas) y de Norman Rosenthal, historiador del arte y comisario de exposiciones, "el único profesional del patronato", a su juicio, y uno de sus posibles candidatos a sustituir a Llorens.

"Museo de familia"

"Estamos muy agradecidos a Tomàs Llorens para haber establecido las bases del museo y logrado una excelente posición en Madrid y en España y, por ello, queremos que forme parte del patronato", añadió la hija del barón, que tiene previsto asistir hoy a la reunión. "Sin embargo, elegir el nuevo conservador jefe implica reflexionar sobre qué museo queremos para los próximos diez años, no es una decisión que se pueda tomar deprisa, sin evaluar diferentes opciones", añade, subrayando que tiene en gran consideración el trabajo de Solana, quien colaboró con el Museo Thyssen como comisario de la exposición Gauguin y los orígenes del simbolismo y para los textos del catálogo de la colección de Carmen Thyssen-Bornemisza.

"Éste es un museo de familia y compartimos con las instituciones públicas la responsabilidad de mantener la línea que impulsó mi padre. Él fue un visionario que siempre quiso compartir su colección con la gente y que tuviera una presencia internacional. Cuando mi padre estaba vivo la colección viajó por un gran número de países, desde Estados Unidos a Japón, e incluso a la ex Unión Soviética. Mi padre murió hace tan sólo tres años, no pueden haber olvidado tan pronto sus ideas sobre el perfil del museo", afirma Francesca Thyssen, que se declara también convencida de que "las informaciones filtradas a la prensa sobre el nombramiento son una forma de intentar empujar y acelerar un proceso que requiere una profunda reflexión".

Aunque afirma no tener en mente otros candidatos y que considera a Solana como uno de los aspirantes al cargo, Francesca Thyssen tiene las ideas claras sobre el perfil que debería tener quien tome las riendas del museo. "Debe tener una reputación a nivel internacional y buenos contactos con las principales instituciones y agentes del mundo del arte. Debe ser un hombre de gran experiencia en el comisariado de exposiciones, saber dirigir un museo, tener habilidades administrativas y dotes de comunicador. Todo ello es indispensable para ampliar la repercusión internacional del museo y establecer colaboraciones con otros centros", afirma. También está convencida de que es necesario seguir un proceso de selección, hablar con los candidatos, conocer su proyecto para el museo, saber cuáles son sus "objetivos, sueños y visiones" y cómo piensan lograrlos.

"Es inaceptable tomar precipitadamente una decisión que influirá en la vida del museo durante los próximos 10 o incluso 20 años. Yo, por lo menos, hablé personalmente con Solana y cuando lo hice nadie más de los 12 miembros del patronato lo había contactado", señala. "El futuro de un museo depende de su línea, la reputación se puede perder muy rápidamente. Las exposiciones se deben preparar con mucha antelación y deberían tener una importante proyección internacional y programas de itinerancia. Llorens deja cerrada una programación para dos años, pero ya hay que ponerse a trabajar en los próximos proyectos. La familia no puede permitir que se tome una decisión equivocada", añade. Por lo que se refiere a la posición de Carmen Thyssen en el patronato, cree que apoyará su planteamiento. "Estoy segura de que todos estarán de acuerdo conmigo en la necesidad de tomarnos un tiempo de reflexión para decidir los criterios que el museo deberá seguir en los próximos años y que, a partir de ahí, podremos empezar el proceso de selección de los candidatos".