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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El masculino genérico

Mi aportación al debate sobre el sexismo en el lenguaje y, más concretamente, del masculino de género pretende poner de manifiesto que, aun admitiendo cierta carga sexista en la construcción de nuestro idioma, habría que deslindar más la intencionalidad de los propios hablantes del contenido real del "corpus léxico" de nuestro diccionario. El idioma (o la lengua) no es "per se" sexista ni se inclina a favor o en contra del masculino o del femenino; antes al contrario, reparte aleatoriamente y de forma arbitraria las cargas "positivas" o "negativas". Aportaré algunos ejemplos:

Términos en femenino que definen conceptos asociados a grandes valores: la verdad, la libertad, la vida, la felicidad, la dignidad, la belleza, la naturaleza, la inteligencia, la nobleza, la gracia (de Dios), la gloria, la eternidad. Todas las virtudes teologales y cardinales: la fe, la esperanza, la caridad; la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza. Las bellas artes: la música, la pintura, la escultura, la arquitectura, la literatura, la danza. Las ciencias experimentales: la química, la física, la biología , la botánica, etc. Las grandes ramas del saber y del conocimiento: la ciencia, la filosofía, la teología.

Si descendemos a los más nobles estratos de lo cotidiano, encontramos preciosos objetos asociados a nuestro bienestar: la rueda, la mesa, la silla, ¡la cama! No siempre hablamos de animales maléficos asociados al femenino (serpientes, víboras e hienas aparte); tenemos las generosas vacas (sagradas), las gráciles gacelas, las inefables llamas andinas, las generosas abejas, las sutiles mariposas, las palomas.

Observemos, como contravalor, palabras de género masculino con connotaciones negativas: el odio (y su sinónimo el rencor), el miedo (con sus gradaciones el terror, el pánico, el horror), el dolor, el tedio, el demonio, el infierno, el mal, el pecado, el vicio, el dinero (soez agente contaminante), el alcohol, el tabaco; las grandes plagas modernas: el cáncer, el infarto, el SIDA. Productos u objetos nocivos: el veneno, el vitriolo, el cianuro, el puñal (instrumentos del crimen). Animales que simbolizan el mal: el buitre, el cuervo, el pájaro ( de mal agüero), el cerdo, el lobo (que lo es para el hombre), el vampiro, el escorpión, el vil gusano, ¡el virus!...

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