Medallas a escritores y alpinistas
Las conmemoraciones del Día de la Comunidad de Madrid incluyeron entrega de trofeos y una recepción en la Real Casa de Correos con asistencia de políticos, actores y algún pitoniso
El máximo galardón que puede conceder la Comunidad de Madrid es la medalla de oro de la región. Ayer, los premiados fueron el escritor Francisco Umbral, el Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada, de Valdemoro, y el Círculo de Bellas Artes. También recibieron esta condecoración, en su categoría de plata, la Real Sociedad Española de Alpinismo Peñalara; el alpinista Carlos Soria Fontán; el padre jesuita Jaime Garralda; la Fundación Estela; el cocinero madrileño Mario Sandoval y el Colegio La Salle-Nuestra Señora de las Maravillas. Medallas abundantes y para todos los gustos.
Tras la entrega de los trofeos, la presidenta pronunció unas palabras en recuerdo de las víctimas del 11-M. Y después, la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid interpretó por primera vez la Obertura del 2 de mayo, compuesta por José Miguel Fernández Sastrón, que acudió acompañado de su esposa, Simoneta Gómez-Acebo.
La recepción posterior a la entrega de medallas también fue para todos los gustos. En esta ocasión, la anfitriona, Esperanza Aguirre, decidió ponerse moderna y amenizó el copetín con música electrónica: chill out en algunos momentos, y más cercana al bakalao en otros. Varios de los asistentes mostraban un envidiable moreno. Entre ellos, el vicepresidente primero del Gobierno regional, Ignacio González, quien confesó que se había chamuscado el rostro en la playa, "en Marbella", adonde había ido a pasar unos días. Se quejó amargamente del atasco de ocho horas que había sufrido hasta llegar a la Costa del Sol y, culpabilizó de ello, una vez más, al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
El líder del PSOE madrileño, Rafael Simancas, confesó que su buen color se debía a los tres partidos de fútbol que presenció durante el fin de semana. La estrella del equipo: su hijo.
La representación del mundo de la cultura en el ágape fue abundante: estuvieron las actrices Paquita Rico, Concha Velasco, Concha Cuetos, Nati Mistral y Victoria Vera. También sus colegas de profesión Raúl Sender, Paco Valladares y José María Yuste, ex Martes y Trece. El golfista Severiano Ballesteros, la periodista Nieves Herrero, el pitoniso Octavio Acebes, el modista Jesús del Pozo y la cantante Ángela Carrasco acudieron a la invitación.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, también arropó a la presidenta regional. Pero cuatro consejeros del Gobierno hicieron pellas: la consejera de Transportes e Infraestructuras, María Dolores de Cospedal; Manuel Lamela, de Sanidad; Juan José Güemes, de Empleo y Mujer, y la consejera de Hacienda, Engracia Hidalgo.
El punto más comentado del servicio de comidas contratado para la ocasión fue una voluptuosa fuente de chocolate líquido que servía de enorme fondue de frutas a los comensales. Más de uno la miraba con sorpresa y autocontención. Fue uno de los lugares más repetidamente captados por la televisión.
Protestas contra un Lamela ausente
El consejero de Sanidad, Manuel Lamela, no asistió ayer a los actos del Dos de Mayo. Según fuentes del Gobierno regional, el consejero pidió a la presidenta Esperanza Aguirre tomarse el puente "porque lo necesitaba" después de casi dos meses de crisis en el hospital Severo Ochoa. La crisis comenzó el pasado 11 de marzo, cuando Lamela remitió a la fiscalía una denuncia anónima sobre 400 supuestos casos de sedaciones irregulares en el servicio de urgencias del hospital y relevó de sus cargos al gerente, al director médico y al coordinador de urgencias del hospital.
Ayer, el consejero se libró de una nueva bronca: dos centenares de manifestantes se concentraron frente a la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, y, a gritos y con pancartas, pidieron incesantemente la dimisión de Lamela y mostraron su oposición a las medidas tomadas por el consejero en Leganés. El coordinador regional de IU, Fernando Marín, reclamó a la presidenta autonómica que se preocupe de dotar a la región de una "mejor sanidad pública" y que "haya menos enfrentamientos propiciados por Lamela contra los médicos y algunos pacientes en lo del Severo Ochoa".
También hubo gritos de "¡Telemadrid, manipulación!" cuando el director de la cadena pública, Manuel Soriano, entraba en la sede del Gobierno. Decenas de vecinos de Legazpi aprovecharon la presencia del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, en los actos de celebración para protestar por el proyecto de soterramiento de la M-30 cerca de sus casas, donde está previsto colocar unos respiraderos de dos metros de altura que evacuarán los gases causados por los coches a su paso por un túnel de más de nueve kilómetros de largo. Los manifestantes portaban unos carteles en los que se podía leer: "Contaminación ¿Madrid 2012?".
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