_
_
_
_
_

Los Mossos vigilarán el Camp Nou y Montjuïc desde el inicio de Liga

En un partido de alto riesgo pueden participar hasta 500 agentes

Liga nueva, policía nueva. Los Mossos d'Esquadra asumirán la seguridad del Camp Nou y del estadio olímpico Lluís Companys en colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía (CNP), que es el que ahora se encarga de la vigilancia, a partir del inicio de la próxima temporada de fútbol. Serán únicamente dos meses de competencias compartidas, porque la policía autonómica asumirá esta tarea en solitario a partir del 1 de noviembre, cuando se despliegue en la ciudad de Barcelona.

Las tareas que desarrollará cada cuerpo policial durante estos dos meses de transición están siendo estudiadas actualmente por los responsables políticos de la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Delegación del Gobierno. Es muy probable que en dos semanas se llegue a un acuerdo definitivo sobre el reparto de funciones de cada cuerpo policial, pero lo que ayer confirmaron las diversas administraciones es que los Mossos participarán en la seguridad de los partidos que disputen el FC Barcelona en el Camp Nou y el Espanyol en el estadio olímpic Lluís Companys a partir de la próxima Liga de fútbol.

El inicio de la próxima temporada, a la espera de que lo ratifique la asamblea de la Liga de Fútbol Profesional, se ha fijado para el 28 de agosto. Ese día, el Barça o el Espanyol jugarán su primer partido local y la policía autonómica ya estará en uno de los estadios.Hasta que se produzca el despliegue de los Mossos d'Esquadra el próximo 1 de noviembre, la policía autonómica participará junto al Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Urbana en el dispositico de seguridad de un acontecimiento deportivo que puede reunir hasta más de 90.000 personas, en el caso del Camp Nou, o de 30.000, en el estadio de Montjuïc.

"Es lógico que aquellas funciones que tengan que asumir los Mossos d'Esquadra en solitario con el despliegue las empecemos a desarrollar cuanto antes de forma compartida", explicó ayer a EL PAÍS la consejera de Interior de la Generalitat, Montserrat Tura. Por su parte, un portavoz de la Delegación del Gobierno en Cataluña coincidió en que dada "la colaboración previa al despliegue que va a ocurrir en las comisarías de distrito de Barcelona o con unidades como la policía judicial es razonable que también se produzca en los campos de fútbol".

El número de agentes policiales que participan en la seguridad de un encuentro en el Camp Nou, por ejemplo, puede llegar a 500 en un partido de alto riesgo, como un Barça-Madrid, o a poco más de un centenar, en un partido del torneo Joan Gamper. A ellos hay que añadir los servicios de seguridad del club y los vigilantes privados, que pueden sumar hasta otros 500 más en casos excepcionales.

Distintas unidades

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En el caso del Cuerpo Nacional de Policía, los agentes que más se ven son los que están sentados a pie de hierba y que se levantan en caso de lanzamientos de objetos al campo, pero en un partido de alto riesgo participan también unidades de los artificieros, especialistas en el subsuelo, hasta hace poco agentes de caballería, así como policías de paisano que, entre otras funciones, vigilan la reventa de entradas.

La presencia de los Mossos d'Esquadra en los partidos del Camp Nou es una antigua aspiración de la Administración catalana que ya se planteó sin éxito en 1994 por el simbolismo que representaba su presencia en el estadio del FC Barcelona, equipo estandarte del sentimiento catalanista de la población. Era una época en la que no se había iniciado el despliegue por el territorio de Cataluña y ni siquiera se había aprobado la ley que regula a la policía de la Generalitat.

El Gobierno de CiU no se planteaba por entonces que los Mossos fueran la policía ordinaria en toda Cataluña, como acabarán siendo en 2008, ni tampoco que asumieran las competencias de tráfico en sustitución de la Guardia Civil, pero sí que se les diese la guinda del Camp Nou, por la imagen pública que eso comportaba. El Gobierno central de entonces lo rechazó en rotundo argumentando una evidencia: "Los Mossos deben ser una policía que también persiga la delincuencia y no sólo de florero".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_