Ganas de triunfar

Lorenzo Cáceres, de 21 años, es un joven diseñador de Almonte (Huelva), que se inspira en el flamenco para sus creaciones. Toda su ropa está concebida en esa línea del folclore andaluz, incluso los vestidos de noche o de gala. Lorenzo Cáceres obtuvo el pasado febrero el primer premio en el Salón Internacional de Moda Flamenca (Simof), que se celebra cada año en Sevilla. En ese certamen se dieron cita unas 50 firmas y participaron un total de ocho jóvenes diseñadores. Cáceres se prepara ahora para presentar, en febrero de 2006, su próxima colección pret à porter en la pasarela Cibeles de Madrid, donde confluirán las grandes firmas de los diseñadores más prestigiosos del mundo.

"Aún no me he puesto a trabajar en serio en este nuevo reto, porque estoy metido de lleno en El Rocío y tengo muchísimo trabajo. No puedo multiplicarme. Cuando pasen estas fechas, realizaré un viaje a Madrid o a Sevilla para ver las telas y comenzar a componer los trajes", afirmó.

"El diseño y el tejido serán muy innovadores". adelantó. "Quiero que llamen la atención. Será una colección fuerte, transgresora. Mis ganas de triunfar hacen que apueste por algo llamativo, que dé que hablar. Sé que compito con nombres como Vitorio&Luccino o Roberto Torreta, a quienes admiro, porque son unos maestros, pero es mi oportunidad".

La colección flamenca de Lorenzo Cáceres impresionó al jurado de la pasada edición del Simof, que lo premió por unanimidad. Ya había llamado la atención en este concurso en 2004, cuando se alzó con el premio al diseñador revelación.

Lorenzo Cáceres subrayó que en sus diseños conjuga dos aspectos: elegancia y línea flamenca. Y precisó que ésos elementos fueron los que valoró el jurado del Simof para otorgarle el premio de este año. "En 2004 presenté una colección demasiado innovadora, con colores muy vivos, impactantes. Ahora he presentado unos trajes en tonos más pasteles, que sobre el escenario resultan menos provocadores", afirmó.

La colección de Lorenzo Cáceres supuso una especie de homenaje a diversos trajes de flamenca de la historia: incluían elementos de todas las épocas. "He introducido madroños y he cambiado el vivo por el piquillo, la andulina. A un traje largo de talle bajo, le he quitado el volante y lo he transformado en corto, como en los años sesenta. La bata de cola, perdía su cola sobre la pasarela", dijo.

"Sé que nací para esto, desde que tengo uso de razón, desde que en el colegio me entretenía dibujando a mujeres con la moda que se llevaba en cada momento. A mí me encanta cuidar mi imagen, soy un seguidor fiel de la moda y me apasiona introducir mis ideas sobre lo actual. El desafío es el estilo propio, la creación", aseguró.