El defensor creativo
Ronaldinho eligió a Iraola como su mejor secante "porque siempre saca el balón jugado"
A Andoni Iraola, dos temporadas en Primera División le han granjeado algunas opiniones que a algunos les cuestan una vida futbolística. Hace dos semanas, Ronaldinho, en la presentación de su biografía, fue preguntado por los periodistas sobre el futbolista que mejor le había marcado en la Liga española: "Iraola" contestó, y añadió más: "Porque no me dejó jugar y él siempre salía con el balón jugado". Antes de que Ronaldinho le tributara tal elogio, Iraola se había convertido en el estandarte del Athletic con una imagen que dio la vuelta al País Vasco. En el partido contra la Real Sociedad en Anoeta, el equipo de su tierra, (nació en Usurbil en 1982), cuando el cuadro donostiarra convirtió un 0-2 en un 4-2, la fotografía de Iraola, pensativo, abatido, con la mirada perdida, al pie del banquillo rojiblanco (tras haber sido sustituido) fue la imagen del dolor, del sentimiento del Athletic, que adquiría un doble valor por su condición de guipuzcoano. Después, para ratificar aquella imagen, Iraola fue uno de los pocos futbolistas que hicieron autocrítica, algo que ha repetido en un ejercicio de sinceridad. Ambas condiciones, la deportiva y la intelectual, le han convertido en el principal referente mediático y probablemente en el único nexo de unión entre la directiva anterior y la presente: todos desean que se convierta en un modelo a seguir.
"En su primer año en Primera División, Andoni aún vivía en la residencia del Athletic. Cuando se fue, comenté con algunos miembros del club que era una pena porque para nosotros era un modelo, un ejemplo a seguir", recuerda Txema Noriega, responsable del fútbol base del Athletic, que define al futbolista como "un compendio de virtudes; no destaca extraordinariamente en ninguna pero las tiene todas: resistencia, ritmo y velocidad más que aceptables, una técnica depurada y un elemento a desarrollar, la polivalencia. Hasta ahora ha jugado en la banda pero también puede jugar por dentro". Andoni Zubizarreta, ex director deportivo del Athletic, le define en tres trazos: "Entiende muy bien el fútbol, juega una décima antes que el resto y, como comprende el juego, también comprende el entorno. Convendría, en cualquier caso que nadie quiera hacer un líder de un chico tan joven"
Sin embargo, lo que apreció Ronaldinho, la capacidad para secar a una estrella sin renunciar a jugar al fútbol, tiene mucho que ver con la conducción: "La pelota la lleva pegada al pie. Tú siempre la ves pero casi nunca se la puedes quitar, porque tiene salida por ambos lados". En San Mamés no se le recuerda un pelotazo, aunque La Catedral celebre las decisiones drásticas. Hoy, frente al Atlético (20.00, PPV) vuelve al equipo tras dos partidos perdidos y su presencia incrementa las posibilidades para Valverde. Probablemente retorna en el último hilo de esperanza que le queda al Athletic para reinsertarse en la lucha europea, con la Copa del Rey al fondo.
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