La Quincena Musical conmemorará el fin de la Segunda Guerra Mundial

La Quincena Musical de San Sebastián celebrará entre el 4 de agosto y el 3 de septiembre próximos su 66ª edición, marcada por la presencia del violinista Maxim Vengerov, la representación de la versión ideada por Lindsay Kemp de la Madama Butterfly, de Puccini, y la conmemoración de dos efemérides no musicales que, sin embargo, han dejado una profunda huella en la historia de la composición: el cuarto centenario de El Quijote y el 60º aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.

Los responsables de la Quincena avanzaron ayer parte del programa que presentarán en verano a los aficionados a la música antigua, la contemporánea, el bel canto e, incluso, el ballet clásico. En su 66ª edición, como en las anteriores, el festival donostiarra apuesta por el eclecticismo de estilos y disciplinas.

Las grandes efemérides siempre tienen un reflejo importante en la Quincena. Ocurrirá también este año, en el que Acordes de guerra y paz se presenta como una de las propuestas de mayor entidad del calendario de actuaciones. Ese título engloba una serie de conciertos consagrados a obras inspiradas en el final de la Segunda Guerra Mundial, del que se cumplen 60 años. La Orquesta Nacional de España y el Coro Easo interpretarán, bajo la dirección de Josep Pons (22 de agosto), Un superviviente en Varsovia, obra en la que Schönberg plasmó sus sentimientos de horror, y la Sinfonía Leningrado, de Shostakovich. Seis días después, la Orquesta Nacional de Rusia, con Mikhail Pletnev, abordará la Sinfonía número 9 que este mismo autor creó en 1945. Y la Sinfónica de Bilbao (BOS) llevará al Kursaal, con su director, Juanjo Mena, a la cabeza, junto a la Sociedad Coral de esta ciudad, el War Requiem, de Britten (30).

A estas obras se sumarán las salidas a Gernika y a la localidad vascofrancesa de Sara, la interpretación de otras piezas incluidas en el Ciclo de Música Contemporánea y "ese canto contra la tiranía que es el Fidelio de Beethoven" en versión concierto. La Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) y el Orfeón Donostiarra serán los encargados de clausurar el certamen con esta propuesta, bajo la batuta de Miguel Ángel Gómez Martínez (3 de septiembre).

La Quincena, que mantendrá sus ciclos tradicionales de música de cámara y antigua, entre otros, concluirá este año el recorrido que emprendió en 1998 por la obra sinfónica de Gustav Mahler de la mano de Sinfónica de Galicia, la Coral Andra Mari, y nuevamente, el Orfeón Donostiarra, esta vez dirigidos por Víctor Pablo Pérez (26). Un día después, y ya en solitario, el conjunto gallego subirá al escenario para interpretar a Schubert y Wagner junto a la soprano Nadine Secunde.

Para entonces habrá actuado ya el Ballet Yuri Grigorovich (19 y 20), que presentará el Don Quijote musicado en su día por Ludwing Minkus. Se trata de una propuesta enminentemente clásica, convertida en uno de los hitos de danza en una programación en la que existen otras dos propuestas de relieve: la representación de la Madama Butterfly, de Puccini, imaginada por Lindsay Kemp e interpretada por la OSE y la Coral Andra Mari (13, 15 y 17), y la visita del violinista Maxim Vengerov en la segunda actuación de la Orquesta de Rusia (29 de agosto).

El clavecinista Fabio Bonizzoti estará en el ciclo de Música Antigua (5 de agosto) y el pianista Christian Zacharias recorrerá los conciertos para piano y orquesta de Beethoven.