Sobre la regularización de extranjeros

Escribo en relación al artículo aparecido en EL PAÍS del domingo 24 de abril de 2005, página 31, titulado En la cola de empadronamiento. Resulta extraño que un periódico como EL PAÍS, que sobresale por la información que ofrece, habitualmente fiable y contrastada, contenga en este artículo una interpretación tan sectaria acerca del desarrollo del proceso de normalización en nuestro país, calificándolo incluso como "fracaso" y en base a apreciaciones exclusivamente subjetivas de algunas ONG y Ayuntamientos del PP, y mezclando opiniones al respecto de responsables sindicales de CC OO, que, tal y como se presentan, parecen apoyar tal opinión, sin ser de esta manera.

Deberían saber y considerar que lo que están denominado "flexibilización" de condiciones no es nada más que una concreción en la interpretación de normativas municipales existentes que esos alcaldes del PP, que ponen trabas indefinidas paracumplir una ley que no les gusta, deberían conocer, y también sus funcionarios municipales.

No se trata este proceso de un "papeles para todos", sino de un proceso extraordinario de normalización ligado fundamentalmente al contrato de trabajo y que hará emerger medio millón de puestos de trabajo, lo que puede considerarse un hito histórico en materia de inmigración y empleo, y en beneficio de todos los españoles y de su economía. ¿Es esto un "fracaso"?

La botella siempre puede considerarse medio llena o medio vacía, pero no se debe ofrecer una información incompleta y manipulada. ¿No será que para el PP es un fracaso porque medio millón de empleos legalizados impide a muchos empresarios sin escrúpulos el seguir manteniendo trabajadores en condiciones de esclavitud? ¿No será que por eso alientan las manifestaciones de inmigrantes apelando al "descontrol" del proceso y al "fracaso" del mismo y manifestaciones racistas para fomentar un peligroso "cabreo social"? En todo caso, no deberían utilizar opiniones fragmentadas de responsables de CC OO para ofrecer este tipo de interpretación.

Este sindicato ha participado desde el principio en el proceso de normalización, en la Mesa de Diálogo Social y a través de la información y el apoyo constante a los trabajadores inmigrantes. Es así como se construyen cosas positivas, resultado de un esfuerzo conjunto entre Gobierno, patronal y sindicatos, que no obedece a la visión pesimista de los hechos que ofrecen en el citado artículo.

Por cierto, el secretario confederal de Migraciones de CC OO se llama Julio Ruiz, no Julio Ortiz.