Rajoy insinúa que Zapatero tiene "en marcha" algún contacto con el entorno de ETA

Mariano Rajoy, líder del PP, pisó ayer el acelerador para enfrentarse a la política antiterrorista del Gobierno e insinuó abiertamente que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero está pensando o teniendo contactos con el mundo de ETA. Todo en lenguaje críptico pero políticamente transparente: "Coloque la ley por encima de cualesquiera otras consideraciones, deseos o actuaciones que tenga en marcha". Para disipar dudas, el secretario general del PP, Ángel Acebes, cerró la estrategia de la sesión preguntando, con nombres y apellidos, por contactos socialistas con el entorno etarra.

Rajoy y Acebes se repartieron los papeles y los objetivos, en el Congreso, durante la sesión de control al Gobierno: el líder popular apuntó a Zapatero. Por segunda semana consecutiva interpeló sobre la actuación del Gobierno para pedir la ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK, según las siglas en Euskera) como grupo tapadera de Batasuna.

Nada nuevo, pero el líder popular dio ayer un paso más y argumentó que hay que aplicar la ley, completando el razonamiento con este tenor literal: "La ley está por encima de la conveniencia, del cálculo electoral y de cualquier cosa que le esté pasando a usted por la cabeza o que esté usted haciendo".

Por si no se había entendido el "haciendo", Rajoy prosiguió: "Yo le pido que coloque la ley por encima de cualesquiera otras consideraciones, deseos o actuaciones que tenga en marcha".

Zapatero no hizo la menor alusión a estas insinuaciones del estar "haciendo" o del tener "en marcha", le repitió que se atiene a los informes del servicio jurídico del Estado y de la Fiscalía General, que desaconsejan el recurso, y le aportó "un dato más que habla por sí sólo: el Partido Popular no impugnó en el proceso de presentación de las candidaturas a las elecciones vascas el Partido Comunista de las Tierras Vascas, pero sí impugnó la candidatura del Partido Socialista en la provincia de Álava".

Luego le leyó el punto primero del Pacto Antiterrorista, para solemnizar públicamente que el texto excluye de la confrontación política o electoral "las políticas para acabar con el terrorismo".

Rajoy le reprochó que "el problema" es que Zapatero "no cumple el pacto" y que, en consecuencia, no le puede obligar "a que le apoye sobre la base del Pacto Antiterrorista que usted no cumple".

Zapatero cerró su intervención asegurando al líder de la oposición: "Voy a seguir cumpliendo el Pacto y no voy a confrontar políticamente por la lucha antiterrorista como lamentablemente están haciendo ustedes".

Llegó luego el turno de las preguntas a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y ahí cerró el PP la pinza preparada para la tarde de ayer. Acebes había formulado una pregunta sobre cuándo iba a comenzar el Gobierno a dialogar con el PP "sobre las cuestiones más importantes para el interés general", pero a la hora de formularla verbalmente, el secretario general del PP dio un salto al dialogo con Batasuna y citó la información de un periódico y una revista, sin nombrarlos -El Periódico de Catalunya y la revista Tiempo- en la que se asegura que Jesús Eguiguren, presidente del PSE; Francisco Egea, ex consejero de Trabajo, y José Antonio Pastor, líder de los socialistas vizcaínos, se han entrevistado "con una troika de Batasuna formada por Arnaldo Otegi, Rafael Díez Usabiaga y Pernando Barrena, para considerar la posibilidad de abrir un proceso de paz en Euskadi al margen del PNV".

Esas reuniones habrían tenido lugar "en el caserío Txillarre de Elgoibar", dijo Acebes, y preguntó: "¿Son ciertas estas informaciones? ¿Están relacionadas con permitir que Batasuna esté en el Parlamento vasco?".

Fernández de la Vega se limitó a contestar que "este es el Gobierno del diálogo y lo estamos acreditando día a día. Si ustedes no dialogan es porque no quieren".

Acebes insistió con que le formulaba una pregunta "fácil y concreta" y la vicepresidenta le reprochó que quieran "imponer de manera unilateral al otro hasta los interlocutores" y le dijo que "el diálogo debe ser abierto" y "no puede estar sujeto a condicionamientos previos".