España y otros 12 países piden a la UE más dureza con el textil chino

Trece países de la Unión Europea, entre ellos España, han expresado su deseo de que las medidas de control sobre las importaciones de productos textiles chinos anunciadas el domingo pasado entren en vigor de forma inmediata, sin esperar al procedimiento más lento y negociado que prevé la Comisión Europea, que podría alargarse unos dos meses. El director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Supachai Panitchpakdi, considera que los europeos se quejan gratuitamente.

Mientras Pekín expresaba su oposición a las limitaciones que quiere imponer la UE, Bruselas señaló ayer que estaba a la espera de una petición oficial de esos 13 países para considerar la posibilidad de la vía rápida, pero recomendó la máxima prudencia para evitar crear un conflicto comercial con China.

Peter Mandelson, comisario europeo de Comercio, decidió el domingo intervenir ante lo que calificó de preocupante incremento de las importaciones de algunos productos textiles y de confección chinos, desde que el 1 de enero se eliminaron los contingentes que habían limitado esas importaciones durante 40 años. Así, Mandelson anunció a los representantes de Comercio de los Veinticinco la estrategia a seguir para "dar un respiro" a la industria europea, estrategia que hoy o mañana será aprobada por la Comisión.

Bruselas se propone abrir un par de meses de consultas informales con Pekín para convencer a las autoridades chinas de la necesidad de contener sus exportaciones en nueve líneas de productos, que van desde los jerséis (cuya importación en volumen aumentó un 534%) al hilo de lino (51%). Si transcurrido ese plazo de discusiones amistosas no hay acuerdo, la UE buscará el amparo de la OMC. Una cláusula de salvaguarda que acompañó el ingreso de China en 2001 en la organización internacional establece tres meses de negociaciones formales y señala que desde el principio China deberá limitar el incremento de sus exportaciones al 7,5%.

Esa vía rápida de consultas formales y prescindir del preludio de dos meses es lo que reclaman 13 de los 25 países de la UE. "Queremos que el plazo para aquellas categorías cuyas importaciones más han aumentado, y que están creando problemas importantes, pueda recortarse", dijo en Luxemburgo Alfredo Bonet, secretario general de Comercio Exterior. "Si esperamos demasiado, el daño que va a sufrir la industria europea será irreversible", señaló el viceministro de Exteriores luxemburgués, Nicolas Schmit, para resumir la posición de Bélgica, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Lituania, Polonia, Portugal y República Checa.

Base suficiente

Ninguno de los 13 países hizo una petición formal para que la Comisión adopte el procedimiento de urgencia. La portavoz de Mandelson explicó que esa petición debe estar bien fundada y que, si llega, la Comisión la considerará. "Hay peligro de que cualquier medida que se presente ante la OMC suscite una reacción si carece de base suficiente, por eso hay que ser cautos", alertó Claude Veron-Reville, antes de señalar que se estaba entrando en un terreno no explorado. Filiep Libeert, presidente de Euratex, la patronal europea del textil, aplaudió la intervención de la Comisión.

El ministro chino de Comercio, Bo Xilai, replicó que "China se opone firmemente a medidas impuestas por otros países" y señaló que su país no es responsable del estallido importador. Sus palabras fueron secundadas desde la OMC por el director general del organismo. "Esto no es algo que haya ocurrido de la noche a la mañana", declaró Supachai a The Wall Street Journal. Los europeos "no se prepararon y ahora se quejan". Según él, habría que esperar a tener cifras de un año de comercio antes de tomar medidas.

Mandelson declaró el domingo que no pretendía desencadenar una guerra comercial. El ministro de Exteriores chino, Li Zhaoxing, comentó que "la cooperación chino-europea es global y estratégica", y que China "va a respetar los compromisos que asumió al entrar en la OMC y actuar conforme a las reglas".