_
_
_
_
Crítica:LIBROS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Estabilidad financiera

Emilio Ontiveros

La más evidente de las contrapartidas del cada día más intenso y extenso proceso de globalización financiera es la sucesión de crisis de esa naturaleza, de una amplitud también verdaderamente global. Prevenir las mismas se ha convertido en una prioridad de las instituciones multilaterales, particularmente de aquellas, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que acaban estando directamente involucradas en la gestión de las mismas.

El Global Financial Stability Report (GFSR) es quizás el más concreto de esos exponentes que reflejan los nuevos centros de atención del FMI. Nacido en marzo de 2002, en el seno del Departamento de Mercados Internacionales de Capital, pretende suministrar un diagnóstico regular de los mercados financieros globales con el fin de identificar potenciales debilidades que puedan revestir un alcance sistémico: que puedan acabar determinando crisis financieras globales. En marzo de 2003 sustituyó su frecuencia trimestral por la actual semestral, pero en modo alguno se ha resentido la calidad de sus análisis, el detalle con el que se revisan cada uno de los mercados en las distintas áreas económicas y la relevancia de sus advertencias. Académicos y profesionales con intereses en las finanzas internacionales tienen en este informe una herramienta rigurosa y completa.

Global Financial Stability Report. Market Developments and Issues

Fondo Monetario

Internacional

ISBN 1-58906-418-6

La última de las ediciones de ese informe, el correspondiente a abril de 2005 (http://www.imf.org / External / Pubs / FT / GFSR / 2005 / 01 / index.htm), lo presentó en el Banco de España la pasada semana su responsable, Gerd Haeusler. De su intervención, sintetizadora de las conclusiones del informe, no pueden deducirse alarmas especiales sobre la estabilidad financiera global. La rentabilidad y la solvencia de las instituciones que conforman el núcleo del sistema financiero global son muy favorables: "En caso de tormenta, los árboles disponen de sólidas raíces". Los bancos en particular, también en la mayoría de las economías emergentes, han continuado mejorando sus sistemas de gestión de riesgos, al tiempo que fortalecían su bases de capital. De forma menos generalizada, pero suficientemente explícita en Europa, las compañías de seguros también han aumentado sus ratios de solvencia y han avanzado en un mayor equilibrio de sus carteras de activos entre aquellos de renta fija y los de renta variable.

La conclusión es inequívoca: el sistema financiero como un todo dispone hoy de mayor capacidad de resistencia a una crisis: son menores las posibilidades de extensión global de ese tipo de perturbaciones. Ello no significa, sin embargo, que puedan excluirse crisis de entidades financieras individuales o de prestatarios soberanos. La diferencia es que no tendrían un impacto sistémico. En palabras de Haeusler, episodios aislados podrían incluso tener el saludable efecto de la advertencia: de reducir la "sobreconfianza" y llamar la atención sobre alguno de los riesgos existentes.

Uno de ellos es precisamente la situación de "superabundancia de liquidez" que domina el panorama financiero desde hace dos años.

El nivel extremadamente bajo de los tipos de interés a largo plazo, el pronunciado descenso de las primas de riesgo que la ha acompañado, el no menos excepcional estrechamiento de los diferenciales crediticios, es la expresión de ese exceso de confianza. Las posibilidades de reversión, cuando menos de corrección, no son del todo descartables, y con ellas, las de bruscas alteraciones en los precios de los activos financieros. En un mundo altamente integrado, esas perturbaciones no serían en modo alguno locales. La entrada de la economía global en una fase de prolongada recesión sería el factor desencadenante de un deterioro de las calidades crediticias como el mencionado. Afortunadamente, ése no es un escenario contemplado en esta edición del informe.

Una recomendación final: lean el capítulo 3. Está dedicado a la situación financiera de las familias: al cambiante perfil de riesgos asumidos por las mismas en la mayoría de las economías avanzadas. Aunque no hay referencias expresas a España, sus análisis, por pertinentes, nos resultan de gran utilidad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_