¿Excusas o realidades?
La historia se repite. Después de un inicio fulgurante el miedo y la incertidumbre parecen haberse instalado de nuevo en el ánimo de los inversores. En el caso de las bolsas europeas, la rentabilidad acumulada en el año se ha reducido prácticamente a cero después de acercarse al 10% en el mes de febrero, pero en el caso de las bolsas americanas las pérdidas oscilan entre el 5% y el 10%.
Sobradamente conocida es la creciente importancia del bloque asiático y, sobre todo China, en el orden económico internacional. Las fuertes tensiones registradas por las materias primas -entre ellas el petróleo- y algunas de las más grandes amenazas que se ciernen sobre el equilibrio económico global -con el déficit por cuenta corriente americano en primer término- tienen su principal punto de origen en esta zona del planeta. Se trata, además, de la única región que, junto a EEUU, colabora de forma clara en el crecimiento de la demanda mundial. Por tanto, ni que decir tiene que un potencial conflicto -comercial se entiende- entre Japón y China no sería en absoluto una buena noticia para las bolsas. Por lo que respecta a Estados Unidos, la verdad es que en las dos últimas semanas se han ido sucediento las malas noticias en el sector empresarial y en el frente macroeconómico.
Una vez dicho esto, ¿cabe pensar en el ciclo alcista de las bolsas ha llegado a su fin, o por el contrario se trata de una corrección coyuntural al estilo de la que ocurrió el año pasado. En mi opinión, no existe de momento ninguna justificación para pensar en un cambio de tendencia; todo lo contrario, las bolsas, sobre todo las europeas, terminarán al año claramente por encima de los precios actuales.
La razón fundamental que me hace inclinarme por una simple realización de beneficios es la disparidad de excusas que ha barajado el mercado para explicar las caídas. A diferencia de ciclos económicos anteriores, y siempre que no sean excesivas, las subidas de tipos -excusa elegida en la corrección bursátil de febrero- y cierta desaceleración de la demanda interna norteamericana -excusa utilizada en las caídas de los meses de marzo y abril- deberían ser interpretadas como buenas noticias para la inversión en bolsa. Las bolsas europeas siguen siendo, por precio y ausencia de alternativas, la mejor opción de inversión en la actualidad.
Pedro M. Mirete es director de Estrategia y Análisis de Ahorro Corporación.
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