Magnífico trato hospitalario
Mi hijo César ha nacido hace unos días. Debo expresar públicamente el agradecimiento de mi mujer, al que sumo el mío propio, a todo el personal del hospital materno-infantil Gregorio Marañón, de Madrid, por el magnífico trato y saber profesional que dispensaron a mi mujer durante los difíciles momentos de la intervención quirúrgica (fue una cesárea) en el quirófano.
Asimismo, el mimo y la atención que pusieron en las necesidades de mi hijo y mi mujer durante los días en que ambos estuvieron hospitalizados en la cuarta planta de esta institución.
En estos momentos en los que no soplan vientos favorables para la sanidad pública, quizá en base a intereses más políticos que sanitarios (ya se verá), quiero aclarar que nuestra experiencia personal fue excelente en todo momento gracias al equipo de profesionales de toda índole, que estuvieron a nuestra disposición en estos días.
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