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INVESTIGACIÓN SOBRE EL TERRORISMO ISLAMISTA EN ESPAÑA

El Tunecino adoctrinó al 'comando' del 11-M con soflamas originales de Osama Bin Laden

El Egipcio tenía desde febrero una dirección de e-mail con la fecha del 11 de marzo

Jorge A. Rodríguez

Uno de los ideólogos y autores materiales del 11-M, Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, el Tunecino, tenía en su poder textos originales de soflamas de Osama Bin Laden, el jefe de la red Al Qaeda, que repartía para su adoctrinamiento a los miembros del comando. Los textos eran en ocasiones cuestionarios enviados por e-mail, con preguntas muy concretas, que eran contestadas por algún miembro de Al Qaeda. Las reuniones eran amenizadas con vídeos de asesinatos de soldados rusos en Chechenia, emboscadas en Argelia o entrenamientos de terroristas en Afanistán. Y así, hasta finales de 2003.

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Los 35 tomos del sumario del 11-M enviados por el juez Juan del Olmo a la comisión parlamentaria que investiga la matanza arrojan luz sobre algunas incógnitas de los atentados y confirma, al menos, que los terroristas se inspiraban en Al Qaeda. Uno de los más imbuidos por la doctrina de Bin Laden, según casi todos los detenidos y numerosos testigos era el Tunecino.

Por ejemplo. Mouad Benkhalafa, primero testigo y luego detenido, declaró que Sernahe solía solicitarle a Khalid Zemini Pardo (también relacionado con la célula española del 11-S) "fotocopias de manifestaciones de Osama Bin Laden para repartirlas posteriormente en reuniones que mantenían en el piso" del Tunecino. Serhane, al principio de vivir en España, "no era muy religioso", pero se radicalizó al trabar amistad con Amer el Azizi, un alto cargo de Al Qaeda en Europa, según declara el propio Zemini Pardo.

A partir de entonces, el Tunecino invitaba a desayunar a su casa a muchos de los extremistas luego detenidos o muertos, para mostrarles vídeos "sobre matanzas de niños y paisanos en Chechenia por parte de los rusos". Las sesiones se completaban con el visionado de otros vídeos en los que se ven acciones armadas de guerrilleros chechenos (uno de sus dirigentes residió en España durante dos años), Argelia, e incluso degollamientos de soldados rusos caídos presos.

Soflamas de Bin Laden

Mouad Benkhalafa le contó a la policía que guardaba aún algunas de las soflamas de Bin Laden que repartía el Tunecino, así como una entrevista en papel que supuestamente consiguió a través de Internet, mediante el correo electrónico serhane2004@yahoo.es. El juez pidió a Yahoo Ibérica que le remitiera todos los correos que envió, los que recibió y, además, la libreta de direcciones que utilizara.

Uno de los testigos cuenta un detalle para explicar cómo se había radicalizado Serhane. En un mercadillo, cerca de la mezquita de la M-30, el Tunecino se enfrentó a dos norteamericanos que acababan de comprar sendas camisetas en un tenderete. Cuando ya las habían comprado, pasó a su lado, les preguntó la procedencia y, al contestarles que eran de EE UU, les quitó las camisetas, arrancó el dinero de la mano del comprador y se lo tiró a los dos turistas.

Eso fue por el verano de 2003, cuando Serhane ya no ocultaba su intención de cometer un gran atentado en España. Así se lo contaron al juez al menos cuatro de los detenidos, incluido uno de los supuestos autores materiales, Basel Ghalyoun. En las reuniones que se celebraban en casa de otro detenido, Faisal Allouch, se llegó a escuchar de boca del Tunecino que con los miles de personas que estaban muriendo en Irak por el ataque combinado anglo-estadounidense tampoco pasaba nada si morían unos centenares en Europa.

En esos días, el Tunecino se declaraba salafista de la doctrina Takfir Wal-Hijra, la misma que se le atribuía a Mohamed Atta, el supuesto jefe del comando que perpetró los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Por este motivo, dos de sus acólitos, Mohamed y Rachid Oulad (muertos en suicidio como el anterior en Leganés), decían de Serhane que "era un ángel". Fue tras una conversación en la que el Tunecino ponderó los atentados de Casablanca.

El perfil de Serhane como uno de los ideólogos del 11-M estaba ya dibujado por la policía pero faltaba aún situarlo en la escena del crimen. Eso lo ha hecho un taxista, que asegura que el 11 de marzo, a las 7.10, lo recogió con su vehículo en el polígono de las Mercedes, a la altura de la empresa Bimbo. El taxista asegura que lo reconoció posteriormente, cuando vio su imagen en El PAÍS. Una vez en comisaría señaló sin ningún género de dudas al Tunecino como el hombre con barba que no paraba de hablar por el móvil que recogió en las proximidades de la carretera de Barcelona, que discurre en una trayectoria similar a la de los trenes de la muerte.

Por otro lado, la agencia Europa Press informa de que Rabei Osman El Sayed, Mohamed el Egipcio, usaba una dirección de correo, en una empresa que ofrece un servicio gratuito de e-mail en Internet, en el que figuraba el 11 de marzo de 2004 como la fecha de nacimiento de quien lo contrató. A preguntas del juez instructor de los atentados del 11-M, Juan del Olmo, el imputado afirmó que este correo se lo creó un tal Abdalah en Milán y que con esta dirección era con la que contactaba con su familia en Egipto. La dirección electrónica Kishk_Mohamed@yahoo.com fue abierta el día 4 de febrero de 2004, supuestamente por un ciudadano palestino que trabajaba esporádicamente como pintor.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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