La Feria de Abril empieza con protestas por la ausencia de caballos

En vez de rosas y libros, en la explanada del Fórum, donde se asienta la 34ª Feria de Abril, lo que más se vio anteayer fueron claveles y botellas de regucito (vino blanco con hierbabuena y seven up). A pesar de la alegría que suele reinar en esta fiesta, que se celebrará hasta el 1 de mayo, la primera jornada estuvo marcada por numerosas protestas. Frente a la caseta de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña (FECAC), una treintena de personas se manifestaron contra la prohibición, por parte de los ayuntamientos de Barcelona y Sant Adrià de Besòs, de dejar entrar a los caballos al recinto.

"En 34 años, es la primera vez que se quedan fuera", dijo Miguel Tarrino, uno de los fundadores de la feria, que este año cuenta con 55 casetas y 70 puestos de entidades comerciales. Tarrino aseguró que lamentaba la ausencia de uno de los símbolos de esta fiesta. "Estamos negociando con las autoridades que el año próximo el problema esté solucionado". El responsable de los caballos de la feria, Isidro Pérez, explicó que el motivo de la prohibición es la seguridad, "tanto de los visitantes como de los caballos", ya que el piso es este año de asfalto y cemento.

La feria contará en esta edición con un servicio gratuito de transporte público. Los autobuses enlazan el recinto con la plaza de Catalunya.