Ambiente de normalidad
La sensación de normalidad era casi absoluta al cierre de los mercados de valores, aunque en el caso español esa visión estaba empañada por la fuerte caída de la contratación, que quedó por debajo de los 1.800 millones de euros.
Los inversores estadounidenses han hecho una valoración muy positiva de los pocos datos económicos capaces de aguantar ese tipo de examen y siempre tras aislarlos convenientemente, lo que explica que en Europa la falta de entusiasmo se tradujera en ese descenso del negocio.
El Ibex 35 cerró esta sesión con una subida del 0,86% que le acerca a los 9.100 puntos, aunque en el conjunto de la semana ofrece un descenso del 0,64%. El índice general de la Bolsa de Madrid ganaba ayer el 0,79% y en la semana cede el 0,48%.
Una de las características de esta sesión ha sido la ausencia casi total de noticias económicas de primer orden, lo que ha permitido un intercambio tranquilo entre oferta y demanda en un ambiente exento de presión.
La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 1.724,70 millones de euros, 1.232 millones menos que el día anterior, y con la llamativa ausencia de la actividad institucional, que limitó su actuación a menos de 200 millones de euros.
Esa falta de operaciones institucionales, junto con la caída del negocio habitual, indican que la mayoría de los inversores se encuentra desorientada ante un panorama cargado de tensiones y cuya solución a corto plazo escapa a toda capacidad de análisis.
La reacción del conjunto de los mercados europeos fue muy parecida a la de la Bolsa española, con avances del 0,74% en París, del 0,70% en Francfort y del 0,62% en Londres.
Una de las razones de la inhibición de los inversores en esta jornada estuvo en la floja apertura de la Bolsa de Nueva York, que finalmente cerró con un descenso del 0,60%, después del tirón del día anterior. Los analistas esperaban una retirada después de ese esfuerzo y el mercado se ajustó al pronóstico, lo que planteaba algunas dudas sobre lo que pueda suceder el próximo lunes.
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