Alcaldes socialistas de la Ribera protestan contra el Júcar-Vinalopó
El primer edil de Albalat propone un encierro por el trasvase
Los alcaldes socialistas de la Ribera Baixa iniciaron ayer acciones de protesta ante su propio partido por mantener el trasvase Júcar-Vinalopó. Los balcones de Albalat de la Ribera, Polinyà, Riola y Sueca exhiben desde ayer senyeras con crespones negros y inscripciones sobre la "mort del Xúquer". El Congreso de los Diputados, con los votos del PSOE y el PP, aprobó el jueves mantener el trasvase.
El socialista Joan Baptista Ferrando, alcalde de Albalat, convocó ayer a todas las primeras autoridades de la comarca a una reunión para el próximo lunes. Ferrando explicó: "Los ayuntamientos habíamos acordado mociones para paralizar las obras de ese transvase irracional, y a la vista de que nadie ha contado con la opinión de los representantes electos de los municipios que más nos veremos afectados, estamos en la obligación de movilizarnos". El sentir de Ferrando coincide con la posición de la Comisión Ejecutiva comarcal del PSPV-PSOE. Salvador Gil, secretario comarcal y alcalde de Sueca, realizó los primeros contactos con sus compañeros de partido durante la tarde del jueves, es decir, horas después de conocer la votación realizada en Madrid.
Ferrando propone acordar en la reunión del lunes un encierro de primeros ediles como primera acción contra el trasvase que ejecuta el Ministerio de Medio Ambiente y que apoya la Ejecutiva de los socialistas valencianos. El alcalde de Riola, el también socialista Manuel Anaya, recordó: "Me parieron en una casa junto al río y no hace falta que me presenten estudios técnicos para saber que por el Júcar ya no baja agua". Anaya enfatizó: "Yo, como otros, lo tengo muy claro; no vamos a dar nuestra mano a torcer, lo pida quien lo pida".
Siete de los once municipios de la Ribera Baixa tienen alcalde socialista. De los cuatro restantes con primer edil del PP, Cullera y Favara dependen de un concejal del Bloc en cada uno de los casos. Tanto el Bloc como EU-L'Entesa mantienen las mismas tesis de mejora del río y contra el trasvase. Y entre las filas populares existen concejales que en ocasiones han roto la disciplina de su propio partido. "En el tema del río no hay color político que valga: estamos todos en el mismo barco", resumió Ferrando.
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