Preguntas
Ningún premio Cervantes había concitado el entusiasmo del otorgado a Ferlosio. Todos estamos de acuerdo. Enhorabuena. ¿Significa eso que Ferlosio es el paradigma de lo que la crítica llama el "gusto dominante"? ¿Encarnan autores populares como Vargas Llosa o Pérez Reverte el gusto dominante o un gusto dominante cada uno de ellos? ¿Cuántos gustos dominantes hay? ¿Son todos los gustos no dominantes, tal como se predica desde algunos púlpitos, canonizables ipso facto? ¿Se convierte un gusto no dominante en dominante al recibir el certificado de singularidad? ¿Qué atributos deberíamos exigir al expedidor de esos certificados? ¿Currículo? ¿Obra escrita? ¿Titulación académica? ¿Es preferible un producto bueno, aunque hecho para el gusto dominante, que malo, aunque pensado para satisfacer el gusto no dominante? ¿Es más sumiso el lector de Patricia Highsmith que el de Cela?
Si una revolución aboliera el gusto dominante, ¿reeducaríamos a los lectores por decreto? ¿Es el fútbol una expresión deportiva del gusto dominante? ¿Debería prohibirse el Marca después de que se hubieran confiscado las obras artísticas destinadas al gusto dominante? ¿Son los métodos de la crítica literaria rigurosa aplicables a la crítica gastronómica? En tal caso, ¿qué rayos significa que el ser humano sea el único mamífero que continúa tomando leche tras el destete? Una vez suprimido el gusto dominante, ¿se perseguirían los productos lácteos y sus derivados? ¿Puede haber gustos dominantes subversivos y gustos singulares reaccionarios?
¿El hecho de que alguien se manifieste en contra del gusto dominante lo convierte en un individuo moralmente más fiable? ¿Será más difícil de corromper, de sobornar? ¿Prevaricará o traicionará con más dificultades un lector de Octavio Paz que uno de John Le Carré? ¿Ha habido obras de arte que, perteneciendo en su época al gusto dominante, han pasado a la historia como modelos del gusto no dominante? Si una de las funciones del crítico fuera la de convertir el gusto no dominante en dominante, ¿debería dimitir en la toma de posesión? ¿Se puede aspirar a degustar obras de vanguardia en un salón de clase media? Todo son preguntas.
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