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Crónica:LA CRÓNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Solteros

Jordi Soler

El frío se ha ido y los solteros ingleses comienzan a apuntar hacia acá sus baterías. Unas baterías temibles que ya están escrupulosamente coordinadas por media docena de agencias que se anuncian en Internet. Empecemos por el perfil de Barcelona que nos ofrece la agencia Bootsnall, nombre que, según parece, quiere decir 'botas y todo': "Barcelona está asentada en la esquina noreste de España. A una hora de tren de Francia. ¿Por qué la gente la visita? Para practicar el español mientras se beben litros de vino tinto barato y se vagabundea por la calle principal durante toda la noche, cantando y conviviendo con las demás fiestas de solteros de la isla". Esta es la introducción de Barcelona que tiene un adulto inglés ansioso de abandonar, por todo lo alto, su soltería; una introducción tan rara como el turismo que le da lugar: el viaje de un soltero, o soltera, y sus amigos, en un avión fletado, rumbo a una esquina de España donde se bebe barato y puede gritarse por la calle principal, no se sabe si La Rambla o la ronda de Dalt, y encima, si la fiesta se pone muy salvaje, puede tomarse el tren, no el AVE que todavía no existe, sino el bala japonés que existe menos y que en una hora los depositará en Perpiñán para seguir ahí con el festejo. Otra agencia de nombre Barcelona 7 sins, 'Barcelona 7 pecados', es de suponer que capitales, utiliza como eslogan esta línea retórica: "Nuestros viajes son tan divertidos que desearás casarte dos veces"; para despedirte dos veces de tu soltería, se entiende, pero también se entiende que el muchacho a quien se despide regresará otras veces a la ciudad de los 7 pecados, ya casado, a despedir a cada uno de sus amigos que eventualmente se irán casando.

Agencias inglesas ofrecen en Internet a los solteros la posibilidad de vivir en Barcelona actividades y juergas disparatadas

No está de más detenerse un momento en el nombre técnico que estas juergas llevan en inglés, y además sería irresponsable obviar su carga metafórica: stag & hen nights, que significa que son noches sólo para hombres o sólo para mujeres, pero que literalmente quiere decir 'noches de venados y gallinas'. Las actividades que ambas especies tienen programadas para esta temporada en Barcelona van del paseo en golondrina (con vino tinto incluido) a la cena con vistas panorámicas de la ciudad (con más vino), y de ahí a la refriega en la "calle principal", con lujo de cánticos y convivencia con los otros solteros ingleses que también cantan, o gritan, o expulsan abrazados a un árbol, o a un venado o a una gallina, por cualquiera de las esclusas que comprende nuestra anatomía, el mediterráneo de vino que se han bebido. No es difícil encontrarse, en una madrugada templada, con un venado que trota y va dejando un reguero tinto Rambla abajo mientras la gallina con quien había logrado intimar llora lágrimas rojas del Penedès. Así, ajustándose rigurosamente al itinerario que les ha marcado la agencia de viajes, pasan los solteros sus noches en esta esquina del noreste de España; pero el detalle de sus días no es menos estentóreo, miren ustedes: la agencia Vivolinx, por ejemplo, ofrece wine testing (cata de vino, entendiendo por cata coger una botella y bebérsela a morro en un nanosegundo); balloning (subirse a un globo aerostático sin interrumpir el wine testing); fórmula one driving (conducir un fórmula 1 -ojalá no sea en la Arrabassada- bajo los efectos del balloning y el wine testing); y el paintballing (la reina de las actividades, que consiste en ponerse un mono y un casco, armarse de un lanzagranadas que dispara bolas de pintura, y correr pegando tiros detrás de un venado o una gallina, todo bajo los efectos del wine testing, del balloning, del formula one driving y de los solventes de la bola del paintballing que por un error, o un acierto, de cálculo, haya ido a parar a las narices del contrincante). Paralelamente, estas agencias, que ya apuntan sus baterías hasta esta esquina de España con su calle principal y su tren bala, ofrecen adminículos que pueden comprarse con antelación y pagarse con tarjeta de crédito. Estos admíniculos son importantes porque gracias a ellos puede distinguirse a una gallina o a un venado, de un simple borrachín que abra sus esclusas en la Rambla de Canaletas.

Para los solteros, estas agencias ofrecen una cincuentena de productos de los que he elegido una muestra significativa: un híbrido entre babero y corbatón que son en realidad unos pechos de soltera, otro híbrido similar que, en franco desacato anatómico, son unas nalgas que surgen del pecho del venado, un borrego inflable con orificios para aprovecharse ad libitum, un látigo, una botella de cerveza que eructa cuando se le oprime la etiqueta y un botiquín que ostenta el nombre de willy repair kit, una caja con toda suerte de linimentos, algodones, gasas, aceites y pomaditas para recomponerse el willy, en el caso de que haya podido usarse después de tanto wine testing. Las solteras tienen también sus adminículos; por ejemplo, unas antenitas luminosas que en realidad son willys fosforecentes; un llavero que al oprimirlo libera pujidos orgásmicos (la contraparte ñoña de la cerveza que eructa); y un kit de monja y uno de enfermera, disfraces pertinentes para engatusar a un venado inglés que trote soltero por La Rambla, en esta esquina de España.

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