_
_
_
_
_

Hallado el coche robado a la Guardia Civil de Villanueva de la Cañada

Los ladrones ignoraban que entraban a desvalijar una casa cuartel

Antonio Jiménez Barca

El coche robado en el que huyeron los ladrones que la madrugada del martes asaltaron la casa cuartel de la Guardia Civil de Villanueva de la Cañada fue encontrado ayer en las cercanías del poblado chabolista de Pitis. Esto hace suponer a la policía que los ladrones eran toxicómanos. Los delincuentes, por su parte, ignoraban que entraban a desvalijar una casa cuartel. Ningún agente vigila el recinto de madrugada.

Un grupo de agentes de la policía científica buscaban ayer huellas de los ladrones en el garaje subterráneo con salida a la calle de la casa cuartel de la Guardia Civil de Villanueva de la Cañada (15.000 habitantes). Por este garaje precisamente huyeron los dos ladrones, después de saltar la valla, de unos dos metros, entrar en tres casas -dos vacías y una ocupada- y apropiarse de un coche que estaba aparcado en el patio interior de la casa cuartel. Gracias a la llave automática del garaje, que encontraron en una de las casas, salieron por el subterráneo sin ningún problema.

El coche fue encontrado ayer en las cercanías del poblado chabolista -y punto de venta de droga- de Pitis, en el distrito de Fuencarral. Esto hace pensar a los agentes que investigan el caso que los ladrones son toxicómanos que entraron a robar para conseguir dinero para droga. El lugar por el que entraron (una esquina del recinto, tras saltar una valla de unos dos metros) no ofrecía mucha dificultad. No había ni circuito de cámaras de seguridad ni nadie de guardia a aquellas horas. "Lo de las cámaras se podría poner, pero haría falta alguien que por la noche las viera. Y ahora, por falta de efectivos, no hay", comenta el alcalde de Villanueva de la Cañada, Luis Partida, del PP.

Inaugurada en 2003

La casa cuartel de la Guardia Civil en esta localidad, en la que viven una veintena de agentes, fue inaugurada en febrero de 2003, y fue levantada con dinero del municipio y de la Comunidad. "Se intentó construir una casa cuartel que no resaltara mucho, que se integrara en el pueblo, que ayudara a que los agentes se sintieran un vecino más...", explica Partida. El recinto, excepto por la entrada, en la que destaca un mástil con su bandera, un acceso acristalado y un cartel, no recuerda ni de lejos la idea de una casa cuartel. Por el lado en el que, presumiblemente, entraron los ladrones, el recinto parece una urbanización más de adosados de la zona. Eso es lo que pensaron los asaltantes, que, por lo menos al principio, ignoraban que entraban en un lugar lleno de guardias civiles durmiendo. A pesar de que entraron en tres casas, sólo se llevaron la documentación de un agente y el coche en el que huyeron.

Villanueva de la Cañada no es un pueblo inseguro: se produce, de media, un robo al mes. Y ni siquiera es un asalto a un chalé. "Ha sido una casualidad: un robo al mes y le toca a la Guardia Civil", explica Partida, que ya ha reclamado a la Delegación del Gobierno más agentes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado la falta de medios en materia de seguridad en las casas cuartel en general.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_