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VISTO / OÍDO
Columna
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Algunos muertos

La intención del fiscal general de que se revisen los juicios militares del franquismo es loable. Pero serían años y años de revisiones: puede haber más de cien mil, sin contar el asesinato directo o lo que se llamaba en las partidas "defunción por hechos de guerra": aun cuando no había guerra. Hoy, 20 de abril, es el aniversario del fusilamiento de Julián Grimau, ya que murió cuando le tiraron por una ventana de la Puerta del Sol. Ah, era en 1963, y le fusilaron por los hechos en la guerra civil: se había inventado la tesis del "delito continuo". Los que hoy consideran que aquello fue legal pueden encontrar razones en dos folletos del Ministerio de Información. Uno de ellos se titulaba Julián Grimau o el arte de fabricar una víctima, contra los que habían pedido el indulto, y el otro, Crimen y castigo. El ministro de Información era Manuel Fraga Iribarne, que también había firmado con Franco y los demás la sentencia de muerte; debía tener razón, porque hoy es presidente democrático de Galicia. Ah, hubo más fusilamientos políticos, y garrote vil para los comunes (delito común para ellos: el anarquismo), por el que el inocente Puig Antich fue agarrotado: 1974. Franco estaba muriéndose, pero lo mandó. Por eso me pregunto qué va a hacer el fiscal general con los tribunales que condenaron, con los ministros que firmaron y los militares que ejecutaron. No creo, sinceramente, que a los setenta años se puedan revisar las sentencias una a una, y menos retribuir o indemnizar a los expoliados, a los exiliados, a las familias que forman parte de la clase baja (económicamente) del país cuando antes eran una burguesía republicana. No sé cómo se va a indemnizar al español que perdió su cultura para quizá más de un siglo, porque los efectos de la incultura se están notando hoy, y no van a ser fáciles de evitar.

Probablemente se podría hacer una sola ley anulando todas las sentencias cumplidas durante la guerra y después de ella, pero probablemente muchos dirían que no hay que remover posos. El mismo PP, fundado por el mismo Fraga: él, hace sólo seis años (1999) se alzó ("Grave error", dijo) contra la condena por el Congreso del "golpe fascista militar contra la legalidad republicana". Nadie ha propuesto que restituya aquella legalidad, aquella Constitución. Aquella República.

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