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La serie 'Le courtisan grotesque' de Miró se exhibe en Barcelona

24 obras sobre papel para ilustrar un libro componen el conjunto, realizado en 1965

"Una exposición extraordinaria", así ha definido el crítico de arte Daniel Giralt-Miracle la exhibición en la galería Manel Mayoral (Consejo de Ciento, 286) de la serie completa de los originales de Le Courtisan grotesque, pintados por Joan Miró para ilustrar la edición de la obra satírica homónima de Adrian de Monluc, conde de Cramail. La suite incluye 24 obras sobre papel, de 41 por 29 centímetros, realizadas con técnica mixta.

La serie, básicamente en acuarela y tinta, la pintó Miró en 1965 invitado por su amigo, el tipógrafo y bibliófilo de origen ruso Iliazd (nacido Ilia Zdanevich), que finalmente utilizó tan sólo 16 para el libro que editó en 1974.

"Si en La Masía era telúrico y en las Constelaciones cósmico, aquí tenemos el Miró más puro y genuino, que ha alcanzado la madurez creativa y la plenitud expresiva, llevando su vocabulario a las máximas consecuencias", señala Giralt-Miracle, subrayando la capacidad de Miró "de mantener la cabeza en el cosmos y los pies en la tierra, explorando el espacio del infinito, sin perder en ningún momento el contacto con la realidad, la vida y la gente". Resultado de la evolución del lenguaje mironiano y de su proceso de síntesis que convierte en símbolos y signos los elementos de la vida y sus escenarios, la serie Le Courtisan Grotesque reúne las cualidades principales de la poética del artista: "lirismo vibrante, energía vital, sentido del humor y también de la tragedia de la vida". Entre las manchas de color y las líneas esquemáticas, que alternan formas sinuosas con ritmos fragmentados, es posible reconocer los elementos característicos del léxico mironiano: abundantes signos astrales (soles, lunas y estrellas), fragmentos de figuras humanas (pechos, torsos y sexos), colores primarios (rojo, azul y amarillo) y fauna grotesca.

La serie está inspirada en una obra satírica sobre la corte de Luis XIII y el cardenal Richelieu, que Adrian de Monluc escribió en 1621. "Cada obra está firmada individualmente, lo cual indica la importancia que el propio Miró daba a estos trabajos", afirmó el galerista Manel Mayoral, quien adquirió la serie completa hace poco más de un año en una subasta internacional en Londres. Todas las pinturas han sido enmarcadas en Barcelona y su exposición se completa con la publicación de un catálogo con fotografías de Miró realizadas por Francesc Català-Roca. Cada obra está autentificada individualmente por Jacques Dupin y su precio es de 72.000 euros.

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