La Eurocámara propone cambios en la 'directiva Bolkestein'
La directiva de servicios que tanta polvareda ha generado en Francia inicia hoy su andadura en el Parlamento Europeo con enmiendas que tratarán de despejar el temor al dumping social. La ponente del proyecto, la socialista alemana Evelyne Gebhardt, ha introducido dos grandes enmiendas: los servicios públicos no se incluyen en la norma, y cuando alguien quiera prestar un servicio en otro país de la UE deberá respetar las normas mínimas del país de destino sobre derechos sociales, medio ambiente y protección del consumidor. Gebhardt cree que su propuesta contará con la mayoría del Parlamento. A grandes rasgos, es lo que exigían París, Berlín y los sindicatos.
El proyecto de directiva estableció que las empresas que presten un servicio en otro país de la UE lo podrán hacer respetando sólo la normativa de su país de origen. Tal principio alienta el temor al dumping social al permitir, por ejemplo, a un fontanero polaco prestar sus servicios en países donde los salarios sean mucho mas elevados y las normas más exigentes.
En su lugar, Evelyne Gebhardt propone el "principio de país de destino" de forma que el prestador de servicios se atenga a los estándares mínimos de allí donde ofrece sus servicios y que sea el país de destino el que vele por el respeto de los derechos del consumidor o de la normativa medioambiental. Con esta directiva, que entrará en vigor a partir de 2010, la Comisión Europea cree poder generar miles de puestos de trabajo y promover un abaratamiento de los precios.
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