Guarderías públicas en Girona

Nuestro hijo nacerá el próximo mes de julio, pero tenemos que empezar a buscar ya la guardería porque no es fácil encontrar una plaza en la ciudad de Girona.

La Administración no debería permitir que esto sucediera, ya que hablamos de una necesidad básica de muchas familias, que debería estar garantizada en todo momento, sin complejidades.

Pero la cosa no acaba ahí. No podremos inscribirlo en ninguna guardería pública, y no porque superemos los baremos económicos establecidos, sino porque éstos no son tomados en consideración, ya que el plazo de inscripción se inicia en mayo, y en esa fecha el niño aún no habrá nacido.

Las plazas que se ofertan se cubren en el mismo mes e inmediatamente se generan las listas del desespero, ya que en caso de no ser admitidos hay que pagar una guardería privada, que cuesta una media de 360 euros mensuales.

Nos sentimos discriminados por el sistema por razón de fecha de nacimiento, pese a que pagamos nuestros impuestos.

Creemos que los recursos públicos pueden organizarse de manera más justa y creemos que no se está apostando por lo público en favor de intereses privados.