La ley de puertos obliga a alejar el 'hotel vela' de Bofill 20 metros de la línea de mar

Primero fue la altura excesiva y ahora el emplazamiento. El proyecto del hotel vela de la nueva bocana del puerto de Barcelona vuelve a estar en el despacho de su autor, el arquitecto Ricardo Bofill, para ser modificado por imperativo de la ley de puertos, que impide la construcción de edificios a menos de 20 metros de la línea de mar. Y el hotel vela proyectado estaba literalmente al borde del nuevo dique, como si se dispusiera a zarpar.

"Sólo se retira el edificio del hotel vela 20 metros hacia el interior, no se altera todo el proyecto", explicaron arquitectos del estudio Bofill; no obstante, precisaron que se reducirá un tanto la longitud del edificio y el volumen total será más compacto. "Pero no comportará ninguna alteración de la vela, de la forma del edificio", insistían. El espacio que iba a ocupar el edificio junto al dique quedará liberado y podría ser la continuación del paseo de la playa.

Lo que no se alterará, según el estudio, es el edificio triangular de oficinas que se alzará justo detrás del hotel vela, y tampoco la edificabilidad. La superficie aprobada fue de 129.596 metros cuadrados, después de rebajar considerablemente la altura de la vela, que inicialmente debía ser de 178 metros y se quedó en 99.

El tijeretazo, decidido por el Ayuntamiento de Barcelona, provocó polémica entre el arquitecto y el consistorio, que se oponía a que el hotel dominara el skyline de la ciudad. De los 90.000 metros cuadrados de edificabilidad, 42.000 se destinarán a uso hotelero y 25.000 a oficinas. Al hotel, que tendrá 450 camas, se accederá por la plaza y la zona de paso que se creará entre ese edificio y el de oficinas. El resto del proyecto es una pequeña área ajardinada. El espacio ganado al mar con la nueva bocana es de seis hectáreas, que arrancan del punto donde antes nacía el paseo del rompeolas.

Lo que ha desencadenado la segunda modificación del hotel vela ha sido una ley de puertos aprobada el año pasado que impide la construcción a menos de 20 metros de la línea de mar, en ese caso del nuevo dique. Los cambios serán acordados entre el estudio del arquitecto y la autoridad portuaria, y posteriormente el proyecto deberá volver a pasar por el plenario del Ayuntamiento para aprobar la modificación del plan especial, indicaron fuentes del consistorio.

Sin pasarela

Lo que no está decidido es qué se situará justo frente a la nueva dársena, según portavoces del puerto de Barcelona. En el plan especial aprobado y ahora a la espera de modificación se dibujaban dos edificaciones bajas, en forma de ele, frente a la nueva dársena. Dos construcciones que, de momento, se suprimirán del proyecto. Las mismas fuentes puntualizaron que tampoco está claro si la dársena podrá acoger grandes embarcaciones de recreo o será una marina de reparación. "No hay ninguna decisión tomada", puntualizaron fuentes de la autoridad portuaria.

El proyecto de urbanización fue adjudicado en septiembre de 2003, por 156 millones de euros, a la unión temporal de empresas (UTE) formada por FCC Construcciones, Comsa, Sacresa, Terrenos Promoción Obrascom y Huarte y Laín.

Fuentes de la autoridad portuaria apuntaron que la modificación del proyecto podría estar lista dentro de poco.