Maragall retrasa su reunión con Mas hasta que éste no reconozca su legitimidad

Los tímidos gestos del líder de Convergència i Unió, Artur Mas, para desbloquear sus relaciones con Pasqual Maragall no son suficientes y "todavía no se dan las condiciones para tener un encuentro a dos" y avanzar de este modo en el consenso para la reforma del Estatut. Así lo afirmó ayer el presidente de la Generalitat, que todavía observa en Mas "expresiones de una cierta reticencia" a reconocer su legitimidad. Maragall aprovechó la última jornada de su viaje oficial a Turquía para pedir a Mas que escuche los "sensatos consejos" del líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, contrario a cuestionar la autoridad del presidente.

Tras las continuas dudas lanzadas desde filas nacionalistas sobre si Maragall tiene o no autoridad moral para liderar el proceso de la reforma estatutaria, éste no está dispuesto ahora a ceder tan fácilmente a la voluntad expresada por Artur Mas de mantener una reunión bilateral al más alto nivel (véase EL PAÍS de ayer). Antes quiere que CiU reconozca de forma inequívoca su legitimidad como presidente para liderar cualquier proyecto que afecte al futuro de Cataluña.

Maragall se mostró ayer optimista y dijo que confía en que la difícil situación entre él y Mas no se prolongue demasiado en el tiempo, algo que ocurrirá "si Convergència escucha las sensatas voces que le llegan de su socio de coalición". Sin citar explícitamente a Mas ni a Duran, el presidente de la Generalitat afirmó que si el primero sigue los consejos del segundo "todo irá bien".

En su último día de viaje oficial a Turquía, Maragall restó importancia a la negativa de Mas a acudir a una segunda cumbre sobre el Estatut y se limitó a afirmar que ésta "se celebrará". Además de presionar a Mas para que vuelva a una dinámica de colaboración, Maragall también quiso restaurar sus relaciones con Josep Piqué.El presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, considera rotas las relaciones con Pasqual Maragall a causa de una tirante conversación telefónica que mantuvieron tras la presentación de la moción de censura impulsada por Piqué. Aunque Maragall afirmó que "no hay novedades" en este aspecto, sí acabó asegurando que sus relaciones con Piqué no están rotas y que espera seguir colaborando con él.

Tantas llamadas al entendimiento no se explican sin echar una mirada al calendario y ver que el 30 de junio, la fecha límite que el Gobierno se ha impuesto para aprobar el Estatut en el Parlament, se encuentra ya a la vuelta de la esquina sin que se hayan disipado las dudas sobre si CiU y el PP apoyarán la reforma. El portavoz de CDC, David Madí, aseguró ayer que su formación se "empleará a fondo" para lograr un buen Estatut, pero criticó a Maragall porque, dijo, "no comprende" el alcance de la crisis que "él mismo generó".

La necesidad de entendimiento es básica también para lograr un nuevo sistema de financiación. En este sentido, el consejero de Economía y Finanzas, Antoni Castells, confirmó ayer la buena marcha de las negociaciones en el seno del tripartito para presentar una propuesta unificada "antes del Primero de Mayo", presentación que el consejero de Comercio, Josep Huguet, también desde Estambul, adelantó a "la próxima semana". En cualquier caso, Castells ya avanzó que la propuesta del tripartito coincide en muchos aspectos con la presentada por CiU.

Un primer paso para lograr el acuerdo con CiU será la puesta en marcha de la comisión de expertos impulsada por Gobierno central para discutir la metodología para calcular las balanzas fiscales. Según anunció Castells, la comisión ya ha comenzado a funcionar. De hecho, la primera reunión del grupo se produjo el pasado viernes y en ella participaron dos expertos que ya formaron parte de la comisión creada para cifrar el déficit fiscal de Cataluña: Guillem López Casasnovas y Núria Bosch.

Cumbre transfronteriza

De nuevo en el plano internacional, Maragall anunció que el 23 de mayo se celebrará en Barcelona una cumbre transfronteriza de regiones hispano-francesas, al estilo de la celebrada en Zaragoza el pasado 7 de diciembre, en la que por primera vez fueron invitados los presidentes de las comunidades vecinas de Francia. Impulsada por el presidente francés y el presidente del Gobierno español, la cumbre abordará la mejora de las conexiones energéticas y viarias con Francia.