Las tres capitales piden más competencias y más dinero

Azkuna: "Procuremos construir el país entre todos con el debido respeto y tolerancia"

Elorza: "Al nuevo 'lehendakari' le pediría que asuma que Euskadi es plural"

Alonso: "La próxima legislatura debe abordar el debate de la segunda descentralización"

IÑAKI AZKUNA (PNV) Alcalde de Bilbao

1. Generalmente, los alcaldes somos cargos públicos que nos dedicamos a lo cotidiano, a resolver los problemas de la ciudadanía y no estamos tan inmersos en temas de gran calado político, pero qué duda cabe que el debate sobre el nuevo Estatuto va a afectar al país entero y, por supuesto, a las corporaciones locales. Por eso, merece un esfuerzo de pragmatismo, unido al diálogo aquí y allá para buscar el mayor consenso posible. Pertenecemos a un país pequeño y la cultura del pacto está arraigada, aunque a veces nos desmelenemos. Hay que pactar y buscar acuerdos.

2. Es un tema que lleva años en los programas de los diferentes gobiernos de Euskadi. Hasta ahora no ha sido posible y, sin embargo, es importante conseguir un encaje de los municipios en el entramado institucional. El país se declara municipalista, pero a la hora de la verdad nos ponen en la cola.

3. Creo que hay competencias del Gobierno central que pueden ser asumidas por el vasco y, a la vez, los ayuntamientos (de cierta envergadura administrativa) podrán asumir otras de estas instituciones. En nuestro caso, hay que contar también con las diputaciones. Creo que el entramado institucional podría simplificarse y que las grandes ciudades pueden asumir más competencias, reiteradamente expuestas por los ayuntamientos. Los grandes ayuntamientos no necesitan tanta tutela de administraciones que tienen un trato más indirecto con los ciudadanos.

4. Que busquen lo mejor para el país y para la ciudadanía; que lo consigan con el máximo consenso, que lo trascendente es importante y también lo menos trascendente; que el terrorismo no tiene cabida en la democracia; que la cohesión del país es un pasaporte para el futuro, igual que la buena gestión del autogobierno, y que procuremos construir el país entre todos, con el debido respeto y la tolerancia necesaria en una sociedad plural como la vasca.

ALFONSO ALONSO (PP) Alcalde de Vitoria

1. La próxima legislatura debe verse como una oportunidad para abordar definitivamente el debate de la segunda descentralización, que supone clarificar las competencias que ejercen los ayuntamientos sin los recursos suficientes. Si el objetivo es abrir un debate sobre el Estatuto, el error sería hablar exclusivamente de las competencias del Gobierno vasco. Nos encontramos con un Ejecutivo que intenta acaparar todas las competencias de la Administración central, le correspondan o no, mientras que los ayuntamientos debemos compensar su progresivo alejamiento de la realidad cotidiana sin recibir la financiación necesaria para hacerlo. En el País Vasco, de cada 100 euros, 62 los gasta el Gobierno vasco, 12 el español, 15 las diputaciones y 11 los ayuntamientos.

2. Ha sido durante años el proyecto siempre presente en la agenda del Gobierno y siempre aparcado legislatura tras legislatura. La Ley Municipal debe sentar la base del concepto de autonomía local con especial mención a las tres capitales. Durante más de dos décadas, los ayuntamientos hemos acreditado nuestro papel protagonista en la transformación y progreso de Euskadi, nuestra función vertebradora y de cohesión social, económica y cultural. Ha llegado el momento de que se reconozca. La Ley Municipal debe traer consigo la incorporación de los ayuntamientos al Consejo Vasco de Finanzas para que puedan participar en las decisiones sobre la distribución de los recursos financieros de que disponen las instituciones vascas. Además, se debe promover la reforma de la Ley de Aportaciones, revisando -en paralelo con el marco de competencias-, la disponibilidad de los recursos y su distribución entre Gobierno vasco, diputaciones y ayuntamientos.

3. Uno de los retos del desarrollo del Estatuto es cómo reforzamos las instituciones locales. Para ello hemos abogado muchas veces por poner en marcha de un pacto local vasco, que debe afrontar la revisión de la Ley de Territorios Históricos, reforzando la autonomía de las diputaciones. En lo que se refiere a los municipios, el debate, para los municipalistas, no está en si tiene que producirse una transferencia de ese 12% del Gobierno central a favor del 62% del vasco, sino en que el Ejecutivo autónomo tiene que protagonizar un proceso de transferencia hacia las diputaciones y los ayuntamientos. El 23 de mayo se cumplirá el 25 aniversario de la designación de Vitoria como capital del País Vasco. Quiero consensuar una declaración institucional con los grupos municipales y plantear que se reconozca la singularidad de la ciudad como capital de la comunidad y se establezca un marco estable y permanente de coordinación entre Gobierno vasco y Ayuntamiento.

4. Al próximo lehendakari le pediría que escuche la voz del municipalismo, que es uno de los tres niveles de la estructura administrativa y no una delegación del Gobierno central o de los autonómicos. Los ayuntamientos hemos realizado una reflexión que no tiene marcha atrás y a la que el Gobierno central ya se ha comprometido a dar una respuesta. El lehendakari debería participar de esta demanda unámine de los ayuntamientos y demostrar su compromiso con el desarrollo de un sistema democrático eficaz y cercano, así como con la defensa de la soberanía ciudadana por encima de burocracias institucionales. Ese compromiso se debe transformar en una Ley Municipal que cree un marco legislativo básico en el que se clarifique las competencias de cada institución y los recursos para su financiación.

ODÓN ELORZA (PSE-EE) Alcalde de San Sebastián

n1. Para los ayuntamientos, como para el conjunto de la ciudadanía, lo importante es que se acabe con las incertidumbres y los intentos de exclusión de buena parte de la sociedad vasca. Confío en que la próxima legislatura sea la del final de ETA y la de la consecución de acuerdos entre los partidos vascos. Sólo ese acuerdo ampliamente mayoritario puede garantizar la negociación de un Pacto de Estado que suponga más cohesión social y más autogobierno para Euskadi. La ciudadanía exige soluciones a sus problemas y siente cierto hartazgo hacia los políticos, derivado del desacuerdo y enfrentamiento permanente. Un nuevo Estatuto tiene que servir para reforzar nuestra presencia, fuerza y protagonismo en España y Europa. El desarrollo económico, el prestigio de nuestras instituciones, en especial la universidad, y la recuperación de la ilusión colectiva exigen normalizar la vida política vasca.

2. No sólo es imprescindible, sino que es la única forma de que los ayuntamientos tengan reconocida su autonomía de gestión y la necesaria capacidad financiera. Además, debería revisarse la Ley de Territorios Históricos para que se proceda a un nuevo reparto competencial entre ayuntamientos y diputaciones, que acabe con la tutela de éstas en materia urbanística y con la duplicidad de instancias en áreas que debieran corresponder sólo a los ayuntamientos.

3. Dotando a los ayuntamientos de la necesaria financiación, y en base a su tamaño, deberían ser competentes en todo aquello que concierne al bienestar social de las personas, la planificación urbanística, la educación infantil y primaria, el turismo, juventud, deportes. En fin, aquellas cuestiones que pueden resultar mejor gestionadas para la ciudadanía por el principio de proximidad. Además, en el caso de Euskadi, se hace imprescindible la presencia de las capitales en el Consejo Vasco de Finanzas. Por otra parte, existen temas como la ordenación territorial, estrategias de cultura y desarrollo económico..., en el que las grandes ciudades deberían tener más protagonismo y más capacidad de incidir en la toma de decisiones del Gobierno. En políticas de transporte y comunicaciones, las capitales deben ser tenidas en cuenta y consultadas en el marco de un nuevo Foro de Autoridades vascas, en que debieran estar también presentes los alcaldes del País Vasco francés.

4. Al nuevo lehendakari le pediría que asumiera que Euskadi es plural. Además, capacidad de diálogo y sensibilidad para convertirse en lehendakari de y para todos los vascos, superando las posiciones partidistas e identitarias, para buscar un amplio acuerdo social y político en el País Vasco y así poder negociar un pacto de Estado con el Gobierno central que permita alcanzar los objetivos fundamentales para Euskadi: la convivencia en paz y en respeto al pluralismo, la desparición de ETA, el respeto absoluto a los derechos humanos, un país con mayor cohesión social y una vertebración política más estable y fundamentada en torno a un Estatuto reformado y actualizado después de 25 años. Y al Gobierno le pido que gobierne también para todos, haciendo una política de progreso que trate igual a la ciudadanía, que no existan políticas partidistas al llevar adelante proyectos estratégicos, pues a San Sebastián desde el nacionalismo no se le trata igual que a Bilbao. Que apruebe una Ley Municipal y una Ley del Suelo progresistas, que faciliten a los ayuntamientos la profundización de la democracia y la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones.