14 alcaldes preocupados

Los alcaldes de 14 municipios de Madrid (Aranjuez, Chinchón, Cabañas de Yepes, Ontígola, Villaconejos, Añover de Tajo, Noblejas, Yepes, Rivas- Vaciamadrid, Mocejón, Morata de Tajuña, Fuentidueña, Ciempozuelos y San Martín de la Vega), así como los grupos municipales socialistas de otras cuatro localidades - Arganda, Estremera, Colmenar de Oreja y Valdilecha-, tienen previsto solicitar al Ministerio de Medio Ambiente que haga una evaluación ambiental "global" de la zona sureste de Madrid y de la ribera del Tajo, como si las seis centrales térmicas diseñadas estuvieran a pleno rendimiento.

En un comunicado consideraron que la concentración en la ribera del Tajo de este tipo de instalaciones puede perjudicar la calidad del aire, los recursos hídricos de la cuenca del Tajo y la economía de la zona. "El Tajo, a la vez que verá disminuido su caudal, sufriría un calentamiento que afectaría a su fauna, flora y los regadíos", explicó Pedro Díez, portavoz de los socialistas de Arganda. "Los suelos, tanto industriales como urbanizables, perderían valor, con lo que el crecimiento de estos municipios sería un auténtico desastre; sin hablar de la cantidad de dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, partículas, plomo, benceno y monóxido de carbono que se emitirían a la atmósfera".

Los políticos implicados anunciaron en el mismo comunicado su intención de trasladar a los gobiernos de Castilla-La Mancha y de la Comunidad de Madrid, así como al Ministerio de Medio Ambiente, su oposición a la implantación de nuevas instalaciones, ampliaciones o modificaciones sustanciales de las existentes, sin que antes se haya producido un estudio global del impacto de todas ellas, que garantice que las centrales son inocuas para la salud, la agricultura y la vegetación.