Escenarios de 80 y 120 dólares
Goldman Sachs, uno de los bancos que tienen mayor presencia en los mercados de futuros del petróleo, sorprendió a los analistas a primeros de abril pasado cuando difundió un informe en el que vaticina que el barril de crudo puede elevarse hasta 105 dólares/barril. "Los mercados del petróleo han entrado en una fase de elevación en flecha", decía el informe.
Las recientes subidas, según asegura el Informe Económico Mundial de primavera, tendrán efectos sobre el crecimiento. "El impacto sobre la economía mundial no será desdeñable. Se espera que el crecimiento se desacelere en un 0,7%-0,8% en 2005-06 en relación con 2004, con los precios del petróleo como uno de los factores responsables".
El FMI mantiene en reserva su previsión de crecimiento para 2005, que será anunciada la semana próxima. En octubre de 2004, la previsión para 2005 era del 4,3%. Pero el director gerente del FMI, Rodrigo Rato, anunció la semana pasada en Madrid que la economía crecerá este año un 4%. Esto supone tres décimas menos que lo vaticinado en octubre.
Los economistas del Fondo Monetario Internacional han hecho un modelo de simulación con dos cifras: 80 dólares y 120 dólares por barril. Es improbable, advierten, que los precios se disparen hasta esos niveles, pero analizan las consecuencias.
A 80 dólares/barril, la economía mundial sufriría daños considerables, pero no una recesión como la de 1973, cuando el embargo árabe sobre las ventas del petróleo produjo una cuadruplicación de los precios.
Si llegase a 120 dólares, la inflación en EE UU llegaría al 5% y el crecimiento sufriría una desaceleración del 2,3%.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.