La Feria de Abril comienza mañana con restricciones al número de caballistas y carruajes

La Feria de Abril llama a la puerta a ritmo contundente de sevillana. Un cuarto de millón de farolillos iluminarán el Real y cientos de miles de visitantes lo inundarán. Mañana por la noche, la capital hispalense cumple con una tradición anual: el alumbrado de la portada, que señala el inicio de los festejos. La Feria será escenario para los 700 carruajes de caballos que tienen licencia y que estarán controlados por la policía local. Mientras, los sevillanos siguen pendientes de una posible huelga de los trabajadores de la empresa pública de transportes, Tussam.

La portada de la Feria, en forma de tres abanicos y dedicada al centenario del Sevilla F. C., preside el Real de la Feria. Su trazado en damero, dibujado por 15 calles, separa 24 manzanas de casetas. En total, 1,2 millones de metros cuadrados destinados a la diversión, de los que 300.000 se dedicarán a las infernales atracciones que dan nombre a su avenida, donde, como en años anteriores volverá a sonar una única banda sonora para mitigar el aturdimiento.

Tres puntos distintos de Sevilla servirán para controlar el acceso de los carruajes al Real de la Feria. Por medio de una agenda electrónica, la policía local permitirá, o no, el paso de los coches de caballos, en función de su matrícula. Estas restricciones que, por primera vez se ponen en funcionamiento en la capital hispalense, tratan de poner orden en el número de caballistas y carruajes que solían circular impidiendo, en muchos casos, el paso a los peatones. Por otro lado, desde el Ayuntamiento se espera que el número de equinos que visiten el Real ronde, como en años anteriores, los 3.000.

Este año vendrá con más innovaciones. El recinto se ha dotado de un sistema de humidificación ambiental que según sus responsables, permitirá disminuir la temperatura ambiente unos 10 grados.

La empresa pública de limpieza, Lipasam ya ha iniciado un plan especial en el que intervendrán 335 operarios y 98 vehículos. Pero la normal afluencia de la marea humana que invade anualmente la feria, puede verse entorpecida si la amenaza de huelga de los trabajadores de la empresa municipal de transporte público, Tussam, se cumple finalmente. En la reunión que mantuvieron ayer no llegaron a ningún acuerdo.