Estabilidad de turismo

Aunque las diferencias estéticas con el Golf 5 puertas son mínimas, tanto por fuera como por dentro, en cuanto se accede al interior se aprecia una sensación de desahogo y una visibilidad superiores, porque se va sentado algo más alto, aunque apenas se nota. Son diferencias de matiz muy agradables en el día a día porque facilitan la vida a bordo y refuerzan el sentido práctico.

Manejable y eficaz

Con el comportamiento dinámico sucede algo similar. En teoría, la mayor altura de la carrocería implica un centro de gravedad más alto que siempre penaliza la estabilidad. Pero en este caso VW ha resuelto bien el desafío porque las diferencias dinámicas con el Golf 5 puertas son difíciles de apreciar, al menos en conducción normal, salvo que se conduzca uno inmediatamente después del otro.

El Golf Plus ofrece una manejabilidad similar en ciudad y no acusa mucho más las inercias en carretera. Es algo menos ágil de dirección y tiende a subvirar (deslizar de delante) antes que su hermano. Pero el balanceo lateral es correcto, tiene el mismo tacto preciso y deportivo en los mandos, y esa sensación de solidez tan agradable en los baches. Además, el equipo de seguridad, que incluye de serie el control de estabilidad ESP, da una gran confianza al conductor y hace que se sienta seguro incluso en pisos resbaladizos (lluvia...). A pesar de su mayor altura, en carreteras amplias y autopista circula con mucho aplomo, al menos la unidad de pruebas, que montaba las llantas de aleación de 16 pulgadas (895 euros), una opción interesante. Tiene también unos frenos con ABS que paran bien sin el menor desequilibrio, y la posición más alta de los asientos aumenta la visibilidad y el confort en los viajes largos, aunque deja pasar algunos rumores aerodinámicos y de rodadura.

Una versión básica recomendable

El Golf Plus se vende con el motor 1.9 TDi de 105 CV, que es la versión básica en turbodiésel. Incluye un cambio manual de cinco marchas bien escalonado para sacarle el máximo partido, y destaca porque apenas exige tiempo de calentamiento y arranca enseguida. Pero lo más importante es que responde con fuerza desde bajo régimen, sube de vueltas con nervio por encima de las 4.000 y sorprende por su empuje. Además, mueve muy bien el peso, 100 kilos más que un Golf 5 puertas, y ofrece unas prestaciones correctas para viajar incluso a plena carga, porque apenas se queda en las subidas. Pero exige calcular bien los adelantamientos porque tarda un poco en acelerar y lanzarse.

Por lo demás, llanea muy bien, puede mantener ritmos desahogados sin apenas tener que tocar el cambio en los viajes y consigue unos consumos muy bajos, aunque en torno a medio litro superiores a los del Golf normal equivalente: gasta menos de seis litros en conducción suave y es difícil pasar de ocho en ciudad o cuando se estiran las marchas.