Largas colas de camiones en el Puerto de Valencia ante la aduana alimentaria

El puerto de Valencia tiene un nuevo frente abierto. El Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) -que inspecciona la entrada de determinados productos alimentarios- sufre una congestión que afecta a los transportistas provocando colas y esperas de hasta tres días, según coincidieron ayer en señalar diversas fuentes portuarias. El puerto conoce el problema y aseguró ayer que está dando pasos en busca de una solución.

La congestión de este servicio de inspección es consecuencia de la confluencia de diversos factores, según señalaron también varias fuentes consultadas. Por un lado, los camioneros solían esperar en una zona que ya no está disponible por las obras que se están realizando en las instalaciones portuarias, lo que les obliga a esperar su turno en fila de a uno, lo que lleva varias semanas provocando una larga cola. Otro problema es de tiempo. Según explicaron desde el sector del transporte antes los camiones pasaban la revisión el mismo día de su llegada mientras que ahora algunos vehículos se dejan para otros días de forma que incluso hay algunos casos en los que se ha tardado tres días en recibir el servicio. El horario de la inspección es de mañana. Algunas fuentes consultadas hablaron también de la reducción del personal que debe agilizar la inspección e incluso criticaron que ésta se realiza en ocasiones de forma muy superficial.

La Autoridad Portuaria de Valencia explicó ayer que la congestión que se está produciendo obedece por un lado a que se han marcado una serie de medidas que incrementan las inspecciones para determinadas mercancías "lo que ralentiza los tiempos". También aseguró que se ha producido un aumento en el volumen de trabajo porque han empezado a entrar por estas instalaciones fruta que hasta hace poco llegaba por otros puertos. Este aumento de volumen de trabajo se traduce en que el número de camiones que espera recibir servicio cada día ha pasado de rondar los 90 a entre 120 y 130.

La Autoridad Portuaria explicó que ya está tomando cartas en el asunto y, en este sentido, por un lado, ha decidido construir cuatro bocas de entrada nuevas para ayudar a decongestionar y que estarán concluidas en un par de meses. Entre las cuestiones decididas también se están habilitando nuevas plazas de aparcamiento para los tiempos de espera de los transportistas. El lunes está prevista una reunión del Consejo de Calidad para analizar la situación y plantear soluciones. Fuentes consultadas apuntaron a que las soluciones podrían venir por incrementar la zona de espera y la inspección o por secuenciar la llegada de los camiones para evitar los problemas actuales.