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Crece el malestar en Natzaret por el tráfico de drogas en el barrio

Decenas de vecinos se manifiestan ante la sede de la Generalitat

"Droguería Natzaret" o "Productos del barrio" eran algunos de los lemas que acompañaban ayer a la pancarta en favor de la dignidad del barrio de Natzaret, de Valencia, y en contra del narcotráfico que exhibieron unos 80 vecinos ante el Palau de la Generalitat. Los vecinos exigieron un plan integral contra la droga, medidas que vayan más allá de la intervención policial.

La fuerte lluvia menguó la asistencia a la concentración. Aun así, con tambores, pitos y cencerros, varias decenas de vecinos del barrio de Natzaret de Valencia dijeron "basta ya" al tráfico de drogas en la zona en la que viven. La Coordinadora Barrio de Natzaret convocó la concentración para exigir "una intervención de las tres administraciones ante un problema que no parece preocuparle a nadie, que no resuelve nadie a pesar de los compromisos que en algún momento han asumido las fuerzas políticas, que margina a unos vecinos, que nos hace vivir en condiciones indignas", dijo la secretaria de la Coordinadora, Maite Biosca.

Ante la puerta del Palau de la Generalitat, los vecinos dejaron bolsas llenas de harina en alusión directa a los alijos de cocaína y heroína con los que trafican familias asentadas en el barrio de Natzaret. "La policía interviene, los detiene, y salen. Tienen dinero, todo el dinero. Si cualquiera de nosotros no paga una multa nos persiguen, te embargan. Pero nadie se pregunta de dónde proceden los millones que sin oficio ni beneficio ingresan en el banco los mismos que solicitan beca de comedor para sus hijos, se compran BMW y decoran la casa varias veces al año", explicó un vecino.

"La situación es insostenible, si se enciende una cerilla salta todo por los aires", afirmó Maite. Algunos de los vecinos presentes en la concentración aseguraron que están "abandonados" en el barrio, que "hay gente que se siente amenazada porque hablar del tema, señalar a quienes están traficando, es peligroso" y que "se celebran peleas de gallos ilegales".

Uno de los últimos episodios que ha alterado los ánimos vecinales ha sido la puesta en libertad hace una semana del menor acusado de matar a un joven de 23 años de un disparo en la cabeza y herir de gravedad a otro de 19 años que recibió cinco tiros el pasado octubre. El menor ha pasado el máximo tiempo posible, según la ley, en un centro de menores y esperará juicio en libertad. El tiroteo tuvo su origen, según fuentes policiales, en un asunto de drogas.

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