López: "Ibarretxe no tiene el problema con Zapatero o Rajoy, lo tiene con los vascos"

La tormenta meteorológica entró ayer con fuerza en Euskadi. Pero la galerna se había colado la víspera en la campaña socialista sin pedir permiso y con el nombre de Pasqual Maragall. El candidato del PSE-EE, Patxi López, cerró ayer con contundencia la vía de agua abierta por el presidente catalán al defender un pacto PSE-PNV tras el 17-A. "En Euskadi, las decisiones las tomamos los socialistas vascos y yo estoy pidiendo el voto para gobernar solo". En el mitin en un Eibar empapado por la lluvia, López le dijo a Ibarretxe: "El problema no lo tiene usted ni con Rajoy ni con Zapatero, lo tiene con los vascos".

López se mostró en Eibar especialmente enfadado con el candidato de la coalición nacionalista, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, por haber asegurado que los socialistas no creen en Euskadi y carecen de proyecto. "No se lo consiento, señor Ibarretxe. Muchos de mis compañeros han muerto por defender este país".

López acusó a populares y nacionalistas de no haber presentado ni una sola propuesta. Y al candidato a la reelección por la coalición PNV-EA le recordó que primero hay que pactar en Euskadi. "El problema no lo tiene usted ni con Rajoy ni con Zapatero: el problema lo tiene con los vascos". Y sentenció: "No se puede gobernar un país con un plan rupturista y secesionista".

La comitiva socialista se trasladó por la mañana a uno los municipios limítrofes de Euskadi, Oyón, en la rioja alavesa. En el acto participaron el aspirante socialista, el cabeza de lista por Álava, el ex peneuvista Emilio Guevara, y la ministra de Agricultura, Elena Espinosa.

Pese al intento de los socialistas vascos de lograr desgranar día a día su propuesta programática y sus compromisos -como ayer con la apuesta por "el desarrollo rural, por la viabilidad de la agricultura familiar y por la competitividad de la industria agroalimentaria"-, el problema para el PSE seguían siendo los pactos. Y ahora no por las críticas del resto de los candidatos. La vía de agua la había abierto el presidente catalán. "Lo que tiene que hacer Maragall es preocuparse de lo suyo, de sus propuestas de financiación y de El Carmel. Nosotros ya sabemos qué tenemos que hacer en estas elecciones", dijo uno de los estrategas de la campaña socialista.

Pero en esta ocasión, López puso orden de inmediato, a la espera de que hoy aterrice de nuevo en la campaña José Luis Rodríguez Zapatero. Y agradeció las "aportaciones" externas, por decirlo de alguna manera. "En Euskadi decidimos los socialistas vascos". Lo dijo primero en Oyón. Por la noche lo repitió en Eibar, donde aseguró que no estará en ningún Gobierno "ni frentista ni antinacionalista". Y dio por terminada la penúltima crisis por los posibles pactos poselectorales.

En el PSOE, uno de cuyos dirigentes -el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba- participó ayer en el acto político de Eibar (con alcalde socialista), no quisieron terciar en la polémica. Pero no entendían cómo una persona como Maragall, que siempre ha reivindicado la autonomía política del PSC en Cataluña, podía haber irrumpido de esa manera, rompiendo la campaña de sus compañeros vascos.

"Inmovilismo, inmovilismo e inmovilismo. Eso son Ibarretxe y María San Gil; no representan el cambio", dijo Pérez Rubalcaba. El dirigente del PSOE acusó al candidato nacionalista de pedir los votos para seguir empecinado "raca raca dando la matraca con el plan", y a María San Gil de querer "embalsamar un Estatuto" que "nunca les gustó" a los populares. Y sobre la paz pronosticó que "está más cerca que nunca en Euskadi". Con cuatro ingredientes: firmeza en las convicciones democráticas, un "poquitín de audacia, de valentía", colaboración entre Gobiernos y unidad democrática.

Cerró el acto López con un recordatorio de discursos y promesas desgranados en la campaña.