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Cuatro de cada cinco escuelas de Barcelona tienen que ser rehabilitadas

La edad media de los centros escolares de la ciudad es de 38 años

Blanca Cia

Cuatro de cada cinco escuelas de la ciudad de Barcelona requieren una puesta a punto, sea rehabilitación, reforma o mejora de sus instalaciones. De los 322 centros escolares, entre guarderías, escuelas de primaria y secundaria, se intervendrá en 272, lo que pone en evidencia un cierto abandono de unos centros cuya edad media es de 38 años. A la mejora de las escuelas se destinarán 177 millones de euros hasta 2007.

El plan de mejora de los centros escolares fue presentado ayer por el alcalde de Barcelona, Joan Clos; la consejera de Enseñanza, Marta Cid, y la concejal Marina Subirats. Los tres coincidieron en un diagnóstico un tanto delicado del estado de los edificios e instalaciones de las escuelas. "Sobre todo las que se construyeron en los años setenta", explicaba Subirats. Como era habitual en aquella época, la construcción de escuelas se hacía con materiales no adecuados o malos, y ahora muchos de esos centros requieren una intervención profunda. Las intervenciones que se llevarán a cabo en el marco del plan hasta 2007 equivalen a lo realizado en los últimos 15 años, destacaron tanto Clos como la consejera. El alcalde, sobre todo, criticó al anterior Gobierno de la Generalitat por no haber participado en el mantenimiento del conjunto de escuelas.

De los 177 millones, 130 de ellos se destinarán a la rehabilitación y reforma de centros y a la sustitución de los que están en peores condiciones, y los restantes 45 a la construcción de nuevos. La Generalitat aporta 128 millones de euros y los restantes 48 millones el Ayuntamiento de Barcelona. Por tipo de intervenciones, predominan las rehabilitaciones y ampliaciones de centros, a las que se destinarán algo más de 71 millones de euros del total de 177.

El alcalde y la consejera presentaron también el Plan Educativo de Entorno, que se aplicará inicialmente en los barrios barceloneses del Raval, Roquetes y Gràcia. Esa iniciativa busca ofrecer actividades educativas más allá del horario lectivo, fomentando la función social y de convivencia de las escuelas y los institutos, con la colaboración de otras entidades. El plan, que también se desarrollará en forma de prueba piloto en 25 ayuntamientos catalanes, tiene cuatro grandes objetivos: fomentar la integración en las escuelas y ayudar con becas a las familias que lo necesiten; impedir el absentismo escolar, para lo que contarán con la colaboración de la Guardia Urbana; contribuir a evitar el fracaso escolar fomentando aulas de refuerzo, y mejorar el tránsito entre el mundo educativo y el laboral. Una experiencia similar se realizó en el distrito de Ciutat Vella, que perseguía una intervención de los servicios sociales cuando se advertía absentismo escolar ya que había frecuentes problemas sociofamiliares en el entorno de los chicos y las chicas que se saltaban las clases. El alcalde explicó que hace 10 años, en la prueba piloto del Raval, la Guardia Urbana obligaba a los alumnos que estaban fuera del centro en horario escolar a acudir a las clases.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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