Un pabellón itinerante pretende llevar el flamenco y la cultura andaluza por capitales del mundo

Carlos Gómez Lebrón y Stefan Maria Gast presentaron ayer en Sevilla el proyecto en el que llevan trabajando un año y medio: Sentir Andalucía. Se trata de un pabellón itinerante, con cuatro plantas y 3.300 metros cuadrados de superficie total, con el que piensan mostrar espectáculos de flamenco, gastronomía, arte, artesanía y moda por todo el mundo. "Queremos llevar la magia de Andalucía a las grandes capitales del mundo en un edificio desmontable que albergará un teatro, restaurantes, tablaos y hasta una galería de arte", comentó ayer Gómez Lebrón, presidente de la empresa organizadora Samanbaya Sun. La bailaora, Cristina Hoyos, asesora del proyecto, realizará también la coreografía del espectáculo.

"Nuestra idea es hacer un ensayo general de dos o tres meses montando el pabellón en la periferia de Sevilla a finales de este año y estrenarlo el 28 de febrero de 2006 en Londres o París", comentó ayer Stefan Maria Gast, empresario alemán de 43 años que reside en Sevilla desde hace 1988. Su socio, Carlos Gómez Lebrón, 40 años, es también alemán aunque de padres españoles y llegó a la capital andaluza en 1992.

Sentir Andalucía, que se presentó anoche en Sevilla con una fiesta con espectáculo de flamenco y proyecciones de lo que será el futuro pabellón, tiene un presupuesto de entre 7 y 8 millones de euros. "Hablamos de esa cantidad para la construcción del pabellón y su montaje en la primera ciudad. Después moverlo de una ciudad a otra supondrá entre un millón y medio y dos millones de euros", puntualiza Gast. Samanbaya Sun, que cuenta con la asesoría económica de Deloitte, está trabajando hasta ahora con recursos propios y en dos semanas elegirá una de las cuatro empresas que han concurso para la construcción del edificio.

"Nuestra idea es que el pabellón permanezca en cada ciudad entre 45 y 60 días. Tiene una planta ovalada que ocupa unos 950 metros cuadrados, en forma de anfiteatro, porque queremos instalarlos en el centro de las ciudades. El montaje lo harán 40 personas en un mes y el desmontaje, en dos semanas", apuntó Gast. El proyecto del edificio, de 18 metros de altura, es del arquitecto alemán y catedrático de la Universidad de Basel Uwe R. Brückner, autor de uno de los pabellones de la Expo de Hannover en 2000 y especialista en arquitectura efímera.

"Está recubierto por 600 puertas de un material traslúcido sobre el que se puede proyectar imágenes; de forma que el pabellón se convertirá en una enorme pantalla ovalada en la que podrán promocionarse el turismo y la cultura andaluza", apunta Carlos Gómez Lebrón, quien además de empresario es odontólogo. Entre las ciudades que Samanbaya tiene en su lista para servir de trampolín a empresas andaluzas se encuentran Moscú, Berlín, Dubai, Montreal, Nueva York, México City, Tokio, Seul y Sydney.

"El corazón del edificio es el teatro que está en el nivel dos y tiene capacidad para 500 personas. A los lados hay dos restaurantes de lujo que, cuando sea necesario se pueden sumar al teatro para llegar a acoger a un millar de personas", explica Gast. Tanto el primero como el cuarto nivel serán de entrada libre. En el primer nivel el pabellón tendrá un bar de tapas con capacidad para 400 personas y una zona de tiendas; mientras que en el cuarto estarán la galería de arte, un jardín y un café.

En el nivel tres irán dos tablaos con programación y decoración distintos. Uno de ellos estará ambientado con motivos de Semana Santa y el otro será rociero.

"Lo de las puertas que revisten el edificio no es una casualidad. Nosotros estamos abiertos a todo, siempre que tenga calidad y venga de Andalucía. Queremos ser versátiles y prueba de ellos es que el edificio estará abierto todo el día con distintas programaciones. Será una plataforma sin precedentes y muy innovadora", concluye Gómez Lebrón.