Vías divergentes

Las vías de la futura Y ferroviaria vasca siguen caminos divergentes. El proyecto diseñado hace unos 20 años y que sigue cuestionada por ambientalistas y algunos expertos en transporte, más que unir continúa enfrentando a las administraciones vasca y central, que ya deberían tener un convenio para acometer las obras. La Y ferroviaria, además de eclipsar cualquier otra infraestructura de la comunidad autónoma por su enorme dimensión, aparece y desaparece con más fuerza en periodos electorales. Si el Gobierno socialista anuló en marzo de 2004 la licitación de varios tramos realizados por el PP en periodo electoral, por ser inconexos y no tener ninguna lógica constructiva, el Gobierno vasco acordó el 1 de marzo licitar seis kilómetros, también inconexos, por un importe de 77 millones de euros, que tendrá que financiar el Gobierno central.

En la comunidad autónoma se mantienen todavía casi trescientos pasos a nivel

El volumen del transporte por mercancías se ha cuadruplicado en los últimos quince años

La idea de configurar una gran "ciudad vasca", cuyas capitales estarían a una distancia de 40 minutos en tren, tendrá que esperar más de un lustro para que se haga realidad. Y a medida que pasa el tiempo para el proyecto, es más necesario actualizarlo y completarlo, en opinión de algunos expertos, ya que todavía no resuelve en toda su amplitud el problema del transporte de mercancías, cuyo volumen se ha cuadruplicado desde 1990. Un total de 9.000 camiones cruzan a diario el paso fronterizo de Biriatou y se espera que sean 20.000 a finales de esta década. Esto supone que 30 millones de toneladas circulan diariamente por las carreteras vascas. Mientras que en Europa el tráfico de mercancías por carretera es el 44% del total, en Euskadi es el 73%. El lastre ambiental que genera el transporte por carretera, al ser una de las principales causas del crecimiento de las emisiones de CO2, y la configuración de Álava como una gran plataforma logística del norte de España reclaman una intensa colaboración entre administraciones para que las vías divergentes de la Y, después de dos décadas, recobren el obligado sentido paralelo y doten a Euskadi de un trazado ferroviario adaptado a los problemas del siglo XXI. Una asignatura pendiente a pesar de lo que está en juego.

El consejero de Transportes y Obras Públicas, Álvaro Amann sostiene que "la verdadera justificación de la Y ferroviaria es que forme parte de una red transeuropea de mercancías; es decir que resuelva ese problema, no en la conexión de pasajeros con la meseta o con Madrid".

Pero el trazado ferroviario en velocidad alta no es la única gran obra en la que está acometiendo en Euskadi. La Diputación de Vizcaya, se ha lanzado ya a la construcción de la llamada Supersur, una nueva autopista de peaje de 36 kilómetros que irá paralela a la A-8 a lo largo de la margen izquierda del Nervión. Con esta vía, presupuestada en 1.300 millones de euros, se pretende aliviar el atasco permanente de la A-8 en los accesos a Bilbao y sacar de ese vial el tráfico camiones que genera el Puerto de Bilbao. También en proyecto está el puerto exterior del Pasaia (750 millones de presupuesto), que suscita divergencias por su impacto ambiental entre el PNV y el Departamento de Medio Ambiente, en manos de EA. Y en proceso de ejecución se encuentran la autopista Eibar-Vitoria, el segundo cinturón de San Sebastián, la autovía Beasain-Durango, el tercer carril de la A-8 y la ampliación de la N-1 en la Legua del Rey.

Con apenas 7.235 kilómetros cuadrados de superficie, dentro de diez años Euskadi se va a parecer más a un gran nudo de comunicaciones que a la comunidad verde y montañosa que conocemos. En un día claro, a tres kilómetros de altura sobre la vertical de Eibar pueden divisarse las tres capitales vascas. Dentro de unos años, las tres van a estar físicamente conectadas con caminos de hierro y hormigón.

Aunque esas grandes infraestructuras viarias eclipsan cualquier otro trabajo, el Departamento de Transportes ha acometido en esta legislatura el desarrollo del Plan Eusko Tren XXI, ha concluido la Agencia Vasca de la Meteorología, si bien la ley de Meteorología se ha quedado en el cajón, y ha definido y constituido la Autoridad del Transporte de Euskadi y el Observatorio del Transporte Sostenible. Los expertos consideran insostenible que el parque de turismos crezca desde 1997 a un ritmo de 25.000 cada año.

También queda por resolver el problema de los pasos a nivel, ya que, entre los que dependen del Gobierno vasco (Eusko Tren) y los de la Administración central (Renfe y FEVE), son cerca de 300 los que siembran las carreteras vascas. Transportes ha liquidado seis a lo largo de la legislatura, los de Lemoa, Ermua, Zamudio, Deba, Zarautz y Aia-Orio .

Mientras tanto, avanza el proyecto para dotar a Vitoria de un tranvía y se están poniendo en marcha nuevos tramos para el de Bilbao, además de las inversiones en puertos deportivos. Sin embargo, El Gobierno vasco no ha resuelto todavía el déficit de aeropuertos deportivos. A pesar de estar condicionado por la orografía y disponer en poco espacio de tres aeropuertos dependientes del Ministerio de Fomento, el Ejecutivo vasco no ha explorado la posibilidad de crear una red básica de aeródromos deportivos, una actividad pujante en el resto de Europa.