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CONVERSACIÓN ENTRE FERNANDO HUARTE Y EL PRESO BENSMAIL | LA INVESTIGACIÓN DEL 11-M

Bensmail: "Que dejen al pueblo vasco elegir lo que quiere hacer"

La comisión de investigación del 11-M pidió ayer al Gobierno la conversación íntegra mantenida entre el militante socialista asturiano Fernando Huarte, presidente de una ONG de apoyo al pueblo palestino, con el preso islamista Abdelkrim Bensmail, condenado en 2001 por su pertenencia al GIA e imputado en octubre pasado por el juez Baltasar Garzón en la planificación de un atentado contra la Audiencia Nacional.

El socialista Huarte, al que se atribuye una colaboración con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en tareas de información sobre terrorismo de origen islamista, visitó a Bensmail en tres ocasiones, dos durante el año 2002 y una más en octubre de 2004, siete meses después del atentado del 11-M y sólo diez días antes de que Bensmail fuera detenido en la propia cárcel por orden del juez Garzón, que le acusó de planificar un atentado en compañía de otros presos. Más de dos años después del último contacto, la llegada de Huarte a la cárcel sorprendió a Bensmail, pero el dirigente socialista se justificó ante el preso explicándole que anteriormente había solicitado otra entrevista con el islamista pero se la habían denegado.

Huarte: "Lo ves en la prensa y dices: 'Lo que nos faltaba, que ahora digan que los musulmanes están de acuerdo con los vascos' ¡Qué ignorantes!"
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Fuentes conocedoras de esa última conversación detallan que, tras hablar de las medidas de seguridad en Israel y de algunas cuestiones domésticas relacionadas con otro preso islamista al que Huarte lleva un paquete con ropas y un Corán, ambos abordaron la cuestión sobre la supuesta relación entre islamistas y terroristas etarras. En ningún momento de la conversación se citó el atentado cometido el 11 de marzo en España por un grupo de terroristas islamistas entre los que se encontraba Allekema Lamari, con el que Bensmail compartía ideología y planes y junto al que fue detenido en Valencia en 1997.

En la conversación con Huarte en la cárcel, el pasado mes de octubre, el terrorista islamista explicó que su nombre había salido en diversos periódicos y el dirigente socialista recordó que había leído algo referido a Bensmail en un diario que le dieron mientras volaba desde Asturias a Madrid, donde se informaba de que el islamista estaba en contacto con presos etarras. Huarte consideró "una barbaridad" la noticia y acusó a los periodistas de "ignorantes" al contar semejante historia.

Huarte le contó a Bensmail que a nadie se le podía ocurrir que un musulmán hablara con etarras y llegó a comparar esa supuesta barbaridad con el hecho de que en España hubiera presos sionistas que planearan con islamistas hacer un atentado.

Bensmail le contestó entonces a Huarte que los periodistas no tenían "ni idea" si defendían esa idea de la vinculación entre etarras e islamistas.

El dirigente socialista recordó que los etarras son "muy cristianos" y tienen una forma de actuar "cobarde" pues nunca daban la cara y enseguida se rinden. Huarte le explicó a Bensmail que no compartía la lucha de ETA pese a que su familia era de Euskadi y que entendía que los etarras no luchaban por una ideología.

Elegir lo que se quiere hacer

Fue entonces, según los que han conocido el contenido de la conversación en prisión entre ambas personas, cuando el terrorista Bensmail replicó a Huarte que cada persona lucha por lo suyo y defendió de la manera que sigue la actuación de ETA: "Si los vascos quieren la autodeterminación, que el pueblo elija, que dejen al pueblo vasco elegir lo que quiere hacer".

Al escuchar esta reflexión, Huarte insistió en su incredulidad ante las noticias de prensa. "Lo que nos faltaba es que ahora digan que los musulmanes están de acuerdo con los vascos".

El argelino no entendía, en su conversación con Huarte, las razones por las que se obligaba a los vascos a ser españoles y no se les dejaba a los vascos decidir sobre su independencia. Huarte asintió entonces y le planteó que, en ese caso, deberían "hacer un referéndum", aunque en caso de que la mayoría apoyase la independencia, según el dirigente socialista, habría que estudiar "las fórmulas".

Huarte comentó con Bensmail su impresión acerca de la política del "Gobierno español" en torno al problema del terrorismo y su convicción de que se estaban equivocando de estrategia. "Las cosas se arreglan hablando", señaló Huarte a Bensmail. "Ahora, claro, si disparas y matas pues tú me matas a mí y yo te mato a ti y así no se arregla nada, así no hay solución", explicó.

Después, ambos se pusieron de acuerdo respecto a lo que ocurría en Palestina, y censuraron a Israel por querer quitar la tierra a los palestinos y expulsarles de aquella zona. Bensmail llegó a comparar la situación con la que vive el País Vasco y ambos se refirieron al "muro de la vergüenza" mientras el islamista acusaba a los israelíes de envenenar los pozos "para amargar la vida de los palestinos".

Siguieron charlando, comentaron los sucesos de Chechenia, defendieron su independencia y criticaron a Rusia. "Han matado a 45.000 niños", le indicó Bensmail a Huarte. Al acabar, antes de despedirse, Bensmail insistió en el asunto de Chechenia y del islamismo: "¿Por qué no podemos ser, ni rezar como queremos? ni burka y por qué ¿por qué echaron a los talibanes?, porque eran extremistas, porque solamente les echaron porque eran musulmanes y practicantes nada más".

A Bensmail, según un informe remitido por la Comisaría General de Información de la Policía al juez Baltasar Garzón, se le encontró en su poder un papel con los nombres de cuatro etarras: Jorge García Sertucha, Fernando Irakula Albizu, Harriet Iragi y Henri Parot.

Pese a ese descubrimiento, todas las investigaciones de los expertos del Ministerio del Interior respecto a las relaciones entre presos islamistas y etarras, incluidas las mantenidas por Bensmail, concluyeron que no había vinculación en las actividades terroristas de ambos grupos.

Fuentes de la investigación mantienen que de la última conversación entre Huarte y Bensmail se deduce que el militante socialista pretendía sacar información al terrorista islamista sobre sus relaciones con ETA.

Abdelkrim Bensmail y Fernando Huarte.
Abdelkrim Bensmail y Fernando Huarte.

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