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Reportaje:

Gestores de sus propias vidas

Discapacitados intelectuales de Jaén participan con un cortometraje en un ciclo del Instituto Andaluz de la Juventud

"Queremos que con nuestro ejemplo la sociedad se dé cuenta de que la gente con discapacidad intelectual también puede trabajar y ser útil". Éstas son las palabras de Sebastián Delgado, un joven de 24 años, protagonista junto a otra veintena de compañeros del cortometraje Autogestores. Todos ellos, que suscriben el sentir de Sebastián, son discapacitados intelectuales y miembros de la asociación jiennense Apromsi, que allá por el mes de marzo convirtió su sede en un improvisado plató para grabar los testimonios de estos jóvenes que reflexionan en voz alta sobre su discapacidad y la relación que mantienen con el resto de la sociedad.

La mayor parte de ellos son ordenanzas o trabajan como personal de limpieza en algunas de las delegaciones provinciales de la Junta en Jaén gracias a un convenio existente entre la Consejería de Justicia y Administraciones Públicas y la Federación andaluza de asociaciones de minusválidos intelectuales (Feaps), explica Rocío Martínez, orientadora laboral de Apromsi.

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Los jóvenes se miran al espejo

"En el vídeo también se nos ve en nuestros puestos de trabajo, con los compañeros y desempeñando nuestras funciones diarias sin ningún tipo de problema", resalta Ana Isabel Valdivia. Al igual que Alfredo Sánchez, Rafael Vallejo, María Guzmán o Juan Moreno, ésta no oculta su emoción porque en los próximos días su video vaya a ser visto en público en la muestra Pantalla Corta, organizada por el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) en Jaén.

El certamen comienza hoy y continuará el 13 y 20 de abril. Se proyectarán en la Biblioteca Provincial, a partir de las 19.00, 15 cortometrajes que han participado en el cuarto concurso Los jóvenes vistos por los jóvenes.

María es la más veterana del grupo de autogestores -como ellos mismos se autodenominan- y trabaja como limpiadora. Es madre de una niña, pero todavía vive con sus padres. "Junto a los monitores, trabajamos en cómo asumir cada vez más nuestras responsabilidades y relacionarnos con la sociedad, en nuestro centro de trabajo y con la familia y amigos. En el vídeo decimos que somos nosotros los que al final debemos decidir qué hacer con nuestra vida, en qué empleamos nuestro dinero y cómo y con quién queremos vivir", subraya María, quien espera independizarse de sus padres algún día. "Para ello necesito un contrato fijo", añade

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Aunque a ilusión nadie les gana, estos jóvenes son conscientes de que todavía tienen que enfrentarse a muchos prejuicios sociales. "Mi discapacidad me impide estudiar, pero eso no tiene que hacerme sentir menos útil que otra persona para desempeñar determinados trabajos", resalta María.

Por su parte, Juan espera que Autogestores sirva para que la sociedad en general y los empresarios en particular se animen a contar con gente como ellos "o con cualquier otro tipo de minusvalía". "Las personas no se deben cerrar a nosotros. Todos tenemos limitaciones, también los que se consideran personas normales y corrientes", concluye.

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